La lucha de los trabajadores de Bosal ha sido muy intensa a lo largo de 2015, sin embargo, se han producido tres momentos álgidos durante este año que ahora finaliza. Efectivamente, el primero de ellos tuvo lugar el pasado 2 de enero, cuando la empresa Bosal remitió una carta a los trabajadores de su plantilla, donde se les comunicaba oficialmente que: «la dirección de esta entidad le informa que con fecha 23 de diciembre de 2014, la representación de Bosal España, S.A., solicitó a los Juzgados de lo Mercantil de Valencia la declaración de concurso voluntario de acreedores con apertura de fase de liquidación».
Más adelante, la misiva dirigida a los empleados anunciaba la extinción colectiva de los contratos: «Asimismo, le informamos que se va a proceder a solicitar la extinción colectiva de los contratos de trabajo de la totalidad de la plantilla, ante el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Valencia».
En el tercer párrafo de la carta, se le indicaba a los operarios que dejarán de ir a trabajar a partir del 7 de enero, primero con cargo a las vacaciones de 2015, y después con permiso retribuido: «Por ello, como trabajador afectado, durante la tramitación y hasta la resolución del indicado expediente de extinción colectiva de los contratos de trabajo, le comunicamos que desde el día 7 de enero de 2015 inclusive, usted disfrutará de las vacaciones que en su caso devenguen del año 2015, y trascurrido el periodo de vacaciones citado, pasará a la situación de permiso retribuido, quedando exonerado de prestar servicios para esta entidad, hasta nueva indicación al respecto».
A partir de aquí, se desata una continuada acción sindical, una lucha sin cuartel por el mantenimiento de los puestos de trabajo, que permite mantener en el candelero la batalla épica de la plantilla de Bosal por la defensa de sus derechos laborales.
El segundo episodio se produjo en la mañana del pasado 24 de julio, cuando el letrado de CC.OO., junto a la secretaria general del sindicato, Begoña Cortijo, y miembros de la representación social de los trabajadores de Bosal, presentaron en el registro del Juzgado de Sagunto la anunciada querella contra Bosal España y la multinacional belga. Los trabajadores llegaron en manifestación, por la avenida Doctor Palos, hasta el palacio de justicia, con el fin de acompañar a los representantes legales en el acto de presentación de esta acción legal sin precedentes.
Al acto acudieron representantes de los diferentes partidos políticos de la Corporación municipal saguntina, así como miembros de las secciones sindicales de CCOO más representativas de la comarca: ArcelorMittal Sagunto, Pilkington, Ferrodisa, AGC, Ayuntamiento de Sagunto, Hospital comarcal, etc. El 17 de noviembre pasado, en un auto dictado por el Juzgado núm. 4 de los de Sagunto, se admitió a trámite la querella criminal con la apertura de las correspondientes diligencias previas.
El tercer hito importante ocurrió unas fechas después, el 27 de noviembre, cuando el Juzgado número 3 de lo Mercantil de Valencia emitió el auto correspondiente al concurso de acreedores de Bosal, cuya 'vistilla' se celebró el día 11 del mismo mes. En dicho pronunciamiento judicial se venía a reconocer la improcedencia de los despidos, estableciendo, por tanto, las indemnizaciones máximas permitidas, según lo contemplado por el Estatuto de los Trabajadores, para estos supuestos, es decir, 45 días por año de trabajo con un máximo de 42 mensualidades.
Sin embargo, estas indemnizaciones se harán efectivas cuando los trabajadores puedan acreditar la responsabilidad solidaria del resto del grupo. Para ello, indicaban desde CC.OO., «habrá que seguir luchando por demostrar la culpabilidad del concurso y la reclamación de estas cantidades al grupo». A partir de aquí, los más de 200 empleados de la multinacional, dejaban de pertenecer oficialmente a la empresa, al quedar rescindidos sus contratos. Otro aspecto de particular importancia que también quedaba probado con este auto judicial, es el de la existencia de grupo laboral, con un funcionamiento unitario, que condicionaba las actuaciones de Bosal España y que este grupo, Bosal Nederland, actuaba como una única entidad global.
Como consecuencia de esta intensa lucha, que los ya ex trabajadores de esta compañía ha venido desarrollando, se ha logrado la implicación de los Gobiernos central y autonómico, que han consignado fondos en los presupuestos del año próximo para la puesta en marcha de un plan de reindustrialización de la comarca de Sagunto, así como un fondo social para el propio colectivo. A nadie se le escapa que ha sido de gran ayuda que el año que ahora finaliza haya sido eminentemente electoral, con las elecciones locales y autonómicas el 24 de mayo y las generales el pasado 20 de diciembre.
