Alternatura realizó el pasado fin de semana una de las salidas más exigentes de su campaña otoño invernal, que redujo el número de participantes hasta un grupo de 25 senderistas.
Catalogada como de nivel alto y con una duración de 6 horas, la excursión sirvió también como preparación para los Carros de Focs, que se volverá a ofrecer para la programación estival de esta iniciativa que parte desde la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Sagunto.
La salida consistió en hacer dos cimas de la Sierra Espadán, el Pico Espadán y el de la Rápita, los dos más altos de estas estribaciones. Contra todo pronóstico, la caminata estuvo acompañada por una buena climatología , aunque los participantes se encontraron en la cara norte de las cimas con nieve y hielo.
Esta circunstancia provocó más de un resbalón en el descenso de la Rápita, aunque ninguno provocó más allá de algunas risas y algún pequeño hematoma. La ruta dio comienzo en el collado de la Nevera, en Algimia de Almonacid y terminó en Alcudia de Veo.
Al paso de la marcha, los senderistas se encontraron varias formaciones de la guerra civil, como trincheras y puesto de mando, un nevero en perfecto estado, vistas del despoblado del Jinquer, un reducto de robles y por supuesto preciosos ejemplares de sureres.
Catalogada como de nivel alto y con una duración de 6 horas, la excursión sirvió también como preparación para los Carros de Focs, que se volverá a ofrecer para la programación estival de esta iniciativa que parte desde la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Sagunto.
La salida consistió en hacer dos cimas de la Sierra Espadán, el Pico Espadán y el de la Rápita, los dos más altos de estas estribaciones. Contra todo pronóstico, la caminata estuvo acompañada por una buena climatología , aunque los participantes se encontraron en la cara norte de las cimas con nieve y hielo.
Esta circunstancia provocó más de un resbalón en el descenso de la Rápita, aunque ninguno provocó más allá de algunas risas y algún pequeño hematoma. La ruta dio comienzo en el collado de la Nevera, en Algimia de Almonacid y terminó en Alcudia de Veo.
Al paso de la marcha, los senderistas se encontraron varias formaciones de la guerra civil, como trincheras y puesto de mando, un nevero en perfecto estado, vistas del despoblado del Jinquer, un reducto de robles y por supuesto preciosos ejemplares de sureres.