Así, cada uno de los copilotos está permaneciendo junto a Álvaro durante seis minutos, tiempo suficiente para dar tres vueltas al trazado alcanzado velocidades por encima de los 200 kilómetros por hora.
Esta iniciativa surgió a raiz de la amistad de Álvaro con Tomás García, una persona ciega que desde años soñaban con subirse a un coche de carreras. Ese deseo llevó al saguntino a prometerle esa experiencia que hoy se ha hecho realidad. Al bajarse del coche, el joven ha reconocido que «es una sensación indescriptible que nunca olvidaré».
Autoridades como la consellera de Bienestar Social, Angélica Such, el delegado territorial de la ONCE, José Manuel Pichel, el presidente del consejo de la ONCE en la Comunidad Valenciana, Luis Antonio Picó, o el director general del circuito Ricardo Tormo, Julio García, no han querido perderse la oportunidad de seguir este acontecimiento en directo.