El Saguntino ofreció a su afición uno de los partidos más pobres en tercera división, que tuvo, sin embargo, el botín de los tres puntos que les sirven a los rojillos para salir de los puestos de descenso.
Tras una racha de cuatro partidos consecutivos sin ganar, los hombres de Dani Ponz saltaron al Camp Nou de Morvedre para medirse al Mislata muy imprecisos, agobiados por la necesidad de ganar al colista para no verse descolgados en el fondo de la clasificación.
En ese tramo inicial del choque, el portero Nacho, la gran novedad en la alineación inicial saguntinista, detuvo con brillantez una falta directa, una jugada que acabó convirtiéndose en clave para el resultado final.
El desconcierto local se solventó juntando las líneas, un cambio de sistema que empezó a dar frutos tras la reanudación. Con unos rojillos más asentados, Gavi puso fin a más de 400 minutos sin goles a favor tras rematar una jugada a balón parado.
A partir de ese momento, el Mislata se limitó a intentar llegar con balones largos, que los hombres de Dani Ponz solventaron sin grandes complicaciones. Por contra, los locales dispusieron de varias opciones para sentenciar, pero se condenaron a sufrir hasta celebrar el triunfo.
