El Muro confirmó su condición de bestia negra acerista, después de apear a los rojiblancos de la promoción de ascenso en la última jornada de la temporada en el grupo VI de tercera. Esta derrota completa una serie de cuatro enfrentamientos en menos de un año, siempre decantados a favor de los alicantinos en envites de suma importancia.
Los porteños, apoyados por decenas de aficionados, viajaban con la necesidad de ganar y salieron dispuestos a conseguirlo. En los primeros minutos se mostraron agresivos y dispusieron de algún acercamiento peligroso, especialmente un balón largo que Oliva no controló.
Una falta en la frontal del área fue el principio del fin rojiblanco al cuarto de hora. El disparo rechazó en la barrera y le cayó a José Alberto, que enchufó un disparo en la escuadra que heló a los visitantes.
La lesión poco después de Nicolau, sustituido por Chini, acabó de desorientar a los aceristas, que encajaron antes del descanso el 2-0 que les alejaba un poco más la promoción. Camarasa pudo reducir distancias, pero su disparo a bocajarro se marchó fuera, y, posteriormente, el paso por los vestuarios no cambió el partido.
Dos goles en dos minutos sentenciaron el choque para el Muro, aunque el Acero, que le hubiera bastado el empate, recortó diferencias por medio de Chini tras una falta lanzada por Espinosa cuando todavía quedaban 20 minutos para el final.
Esta derrota no empaña la brillante campaña rojiblanca, que le ha servido para ocupar la quinta posición en la temporada del regreso a categoría nacional.
El Saguntino, por su parte, protagonizó un espectacular encuentro en Borriol (3-4), donde ermpezó ganando 0-3 y acabó sellando la victoria con un tanto de Gabri. Este triunfo deja a los hombres de Embela en decimotercera posición.
