La suerte no estuvo del lado del Acero en la visita del líder Catarroja al Fornás (1-3). Si la fortuna ha favorecido a los rojiblancos en varios partidos de esta temporada, esta vez le dio la espalda en varias jugadas que marcaron el desarrollo del encuentro.
El escaso fútbol fue la nota predominante durante los 90 minutos. Los locales se mostraban sólidos en el centro del campo y apenas sufrían atrás, aunque no eran capaces de encontrar a sus delanteros en situaciones de ventaja.
Mientras los visitantes mostraban más intención de jugar el balón, un robo de Oliva en el área rival provocó un penalti claro que el propio delantero transformó en el primer gol. Ese tanto al borde del descanso dio aire a los rojiblancos, que lo perdieron a los pocos segundos de la reanudación.
Eso es lo que tardó Oliva en ver la segunda amarilla y obligar a los suyos a tirarse más atrás. Aunque las ocasiones seguían sin llegar, el Catarroja iba disponiendo de más jugadas a balón parado y encontraba más espacios.
Sin embargo, el empate llegó en una jugada sin ningún peligro en la que Camarasa y Sergio no se entendieron y el rechace acabó entrando en la portería. El juego mantenía el mismo guión hasta que un corner le rebotó a Nicolau y supuso el 1-2.
Solo ahí ofreció más claridad el Catarroja, que sentenció y pudo ampliar su victoria sobre un Acero que dio la cara, pero sufrió una derrota que le aleja 4 puntos de la zona de promoción de ascenso a segunda división B.
El Saguntino, por su parte, se acercó un punto más a la salvación matemática tras empatar a 1 en La Llosa en un partido que empezó ganando con gol de Cristian García.
