El Acero salvó un punto en la visita del Alzira (0-0), que demostró en el Fornás su condición de poderoso, pero no pudo superar a unos rojiblancos que estuvieron ordenados hasta el tramo final y buscaron sus opciones a la contra.
Los visitantes llevaron la manija del encuentro desde los compases iniciales. Los hombres de Dani García salieron bien posicionados atrás, cediendo el balón al Alzira y esperando alguna opción a la contra.
Los locales, con muchas bajas en defensa que obligaron a Redondo a jugar de central, se mostraban muy intensos de medio campo para atrás, mientras los visitantes carecían de profundidad y tampoco podían inquietar a Sergio a balón parado.
De hecho, la aproximación más clara de los primeros 45 minutos fue rojiblanca, tras una internada por la izquierda de Vivancos que acabó en córner y una ocasión de peligro para los locales.
La segunda mitad se inició con el mismo guión hasta que ambos equipos bajaron su rendimiento físico y empezaron a aparecer los espacios. Un gol anulado al Alzira abrió esta fase del partido, en la que Richi Moreno tuvo la oportunidad más clara de adelantar a los aceristas.
A partir de ahí, los visitantes achucharon y tuvieron su opción más clara con un balón al palo de Antonio que tampoco Calero supo rematar en el rechace. Los rojiblancos se conformaban con el empate y lo consiguieron no sin sufrimiento, de tal modo que siguen manteniéndose imbatidos como locales.