El Acero no estuvo solo en Muro
Oliva lo intentó después de dar el pase del gol
El Acero defendió bien a balón parado
El Acero volverá a estar la próxima temporada en preferente. Los rojiblancos, que estuvieron muy arropados en Muro, igualaron pronto la eliminatoria y esperanzaron a sus aficionados, pero desaprovecharon su ocasión para subir en el último minuto del tiempo reglamentado y acabaron claudicando en la prórroga al encadenar dos errores defensivos antre los que el portero Sergio no pudo erigirse esta vez como salvador.
El encuentro, que llenó la tribuna de La Llometa, comenzó de manera inmejorable para los visitantes, que neutralizaron la desventaja heredada del Fornás a los 3 minutos. Una jugada trenzada por la derecha acabó con un centro hacia atrás de Oliva que Carlos, llegando de segunda línea, transformó en gol con un chut raso de su pie izquierdo.
Como en el partido de ida, la primera parte resultó más movida que la segunda. El Muro llegaba con cierto peligro y disponía de las primeras jugadas a balón parado, pero el Acero parecía más cómodo sobre el campo con su mejor virtud en la rapidez a la hora de montar sus ataques.
Esas buenas sensaciones se traducían en ánimos desde la parte de la grada rojiblanca, que lamentó una ocasión perdida en el minuto 26, cuando Oliva no acertó a rematar una acción iniciada desde la derecha entre Fran Gámez y Javi Guerra.
Las primeras sensaciones de cierto agobio llegaron cerca del ecuador, cuando los aceristas renunciaron al balón y los alicantinos, coincidiendo con el cambio por lesión en su portería, dispusieron de su primera gran ocasión en la figura de Auriña, uno de los más activos.
El descanso sentó bien a los hombres de Dani García, que salieron otra vez al campo con intenciones ofensivas, que se tradujeron en varios centros al área desde la derecha que no pudieron convertirse en ocasión.
En este sentido, los centrales del Muro volvieron a demostrar su seguridad en todo tipo de balones, una cualidad que compartieron con el resto del equipo en las jugadas de estrategia, donde los hombres de Dani García no crearon apenas peligro pese a las numerosas oportunidades.
El miedo a encajar un gol marcó el resto de la segunda mitad, que pudo decantarse primero para el Muro y después para el Acero. Los hombres de Juan Moreno tuvieron su ocasión en el minuto 16, cuando Sergio resolvió magistralmente un mano a mano contra Mario.
Ya cuando el partido alcanzaba el 90 y los locales parecían más castigados físicamente, los porteños tuvieron el ascenso en una jugada de Fran Gámez por la derecha. El joven jugador recibió con ventaja en el área y tuvo tiempo para tomar una decisión.
Entre chutar o buscar a Oliva, Gámez acabó encontrando al delantero, quien llegó a rematar en una jugada con rebotes que finalmente despejó la zaga conduciendo la eliminatoria a la prórroga.
Esa última media hora tuvo poca historia para los aceristas, ya que comenzó con un error defensivo a la hora de medir un balón largo que dejó a Mario en disposición de batir a Sergio con un chut cruzado.
Aunque los visitantes se daban tranquilidad sobre el campo recordando que un gol bastaba para subir, a los 7 minutos llegó el 2-1, en otro vacío defensivo, esta vez condicionado para las urgencias atacantes que mandaron de delantero a Kiko Insa.
En definitiva, decepción para la nutrida representación porteña en Muro de Alcoy, que también reconoce la gran temporada acerista que supone un vuelco a la reciente trayectoria que arrastraba en la preferente valenciana.
