Informan desde la conselleria de Infraestructuras y Transporte que se ha proyectado la Vía Verde de Ojos Negros con el objetivo de «potenciar el ocio, recreación y aproximación a la naturaleza y además consolidarlo como un itinerario habitual para los viandantes que sirva de conexión entre los habitantes de las zonas comarcales que atraviesa». En este sentido, cerca de 30.000 personas han visitado este verano la Vía Verde de Ojos negros, aseguran.
Esta vía comprende un total de 180 kilómetros de recorrido, de los cuales, 70 corresponden a la Comunidad Valenciana. La Vía Verde de Ojos Negros parte desde Torres Torres, en la comarca del Camp de Morvedre, hasta el Toro, municipio límite con la provincia de Teruel. «Así, esta Vía verde comprende un importante eje de movilidad de enorme potencial ecoturístico, que ayuda a vertebrar la oferta de turismo interior en la comarca del Alto Palancia. Además, contribuye a su reactivación social y económica», afirman desde la Conselleria.
Este antiguo trazado ferroviario se ha convertido en un itinerario público para la práctica de actividades recreativo-deportivas. En este sentido, el desarrollo de las actuaciones previstas permite crear una ruta de movilidad no motorizada, «en condiciones de seguridad, facilidad y universidad de usuarios. Constituye también una alternativa para la comunicación entre los pueblos de la zona, así como entre los espacios naturales de gran interés por los que discurre» destacan las fuentes citadas.
Esta vía comprende un total de 180 kilómetros de recorrido, de los cuales, 70 corresponden a la Comunidad Valenciana. La Vía Verde de Ojos Negros parte desde Torres Torres, en la comarca del Camp de Morvedre, hasta el Toro, municipio límite con la provincia de Teruel. «Así, esta Vía verde comprende un importante eje de movilidad de enorme potencial ecoturístico, que ayuda a vertebrar la oferta de turismo interior en la comarca del Alto Palancia. Además, contribuye a su reactivación social y económica», afirman desde la Conselleria.
Este antiguo trazado ferroviario se ha convertido en un itinerario público para la práctica de actividades recreativo-deportivas. En este sentido, el desarrollo de las actuaciones previstas permite crear una ruta de movilidad no motorizada, «en condiciones de seguridad, facilidad y universidad de usuarios. Constituye también una alternativa para la comunicación entre los pueblos de la zona, así como entre los espacios naturales de gran interés por los que discurre» destacan las fuentes citadas.