Canet d'en Berenguer ha celebrado el Día Mundial de la Salud Mental con la lectura de un manifiesto a cargo del alcalde, Pere Antoni Chordá. El presidente de la corporación municipal ha destacado la importancia de visibilizar los trastornos psíquicos para poder actuar frente a los mismos.
Con una frase contundente: «No estamos ni enfermos ni locos, solo convivimos con un trastorno que nos afecta a ciertas situaciones de la vida», Antoni ha pedido en su discurso «dejar de estereotipar y poner etiquetas a quienes sufren problemas de índole mental o psíquico. Es momento ya de dar esa respuesta colectiva que necesitan las sociedades en las que vivimos y de que hablemos de salud mental sin tapujos».
El alcalde ha mostrado su sensibilidad hacia los problemas que padecen los jóvenes y que derivan, en muchos casos, en trastornos mentales, por eso considera necesaria una «educación temprana en salud mental», que esté presente en los proyectos curriculares de todas las etapas formativas obligatorias. También ha hecho pública su preocupación por la salud metal de los mayores. En ambos casos, ha resaltado las acciones puestas en marcha por el ayuntamiento para prevenir estos trastornos en ambos colectivos.
Por último, ha lamentado que solo el 7% del presupuesto sanitario global se destine a salud mental, por lo que ha reivindicado más medios y más profesionales, además de inversión en investigación.
Tras la intervención del alcalde, el turno ha sido para los usuarios del centro residencial Asiger, quienes han demandado un vida digna.
La jornada ha finalizado con una charla-taller sobre la Patología Dual por trastornos de adicciones, que ha corrido a cargo de los profesionales y usuarios de Asiger, a la que han acudido alumnos de los centros educativos.
