Canet d’en Berenguer celebró este lunes por la mañana el acto institucional para conmemorar el 9 d’Octubre.
La celebración comenzaba con la bajada de la Reial Senyera a cargo del inspector jefe de la Policía Local de Canet, José Campillo, un acto emotivo que finalizaba con el Himno Regional. Tras este, la Senyera salió en procesión cívica, escoltada por la corporación y recorrió las calles de la localidad acompañada del Grup de Danses el Repom, hasta el Auditori donde se otorgaron los premios Jaume I, los distintivos civiles y honoríficos más destacados que concede la institución.
Estos galardones son un reconocimiento a vecinos y vecinas por su contribución al desarrollo de Canet y al mantenimiento de sus señas de identidad, galardones que se entregaron a Emilia Ferrer, Juan Rodríguez, Milagros Pons, Vicent Forner y el exconcejal, Javier Aparcio, estos dos últimos a título póstumo.
Tras la entrega se procedió a la lectura del manifiesto institucional, a cargo del alcalde, Pere Antoni Chordá. El presidente de la corporación ensalzó el carácter luchador y trabajador del pueblo de Canet, así como su generosidad y su hospitalidad, aspectos que han hecho posible que cerca de 400 ucranianos y ucranianas hayan echado raíces en el municipio, encontrando un nuevo hogar y una nueva familia, «en la gran familia canetera que somos».
El alcalde destacó la valentía y el emprendedurismo de las mujeres de Canet, que en tiempos difíciles y en una sociedad de hombres se han formado y han contribuido a las economías familiares. Agradeció también la dedicación y la «estima» de las gentes de Canet por las señas de identidad, que han preservado durante todo este tiempo, forjando la esencia de un pueblo. «Gestas, que nos han convertido en una tierra inspiradora, en un municipio moderno con proyectos referentes como nuestra apuesta por las energías renovables. Un pueblo que ha sido consciente de que los recursos naturales son limitados y de la necesidad que tenemos de preservar el planeta, lo que nos ha llevado a salir a la calle a pedir soluciones para nuestra playa. Un pueblo alienado con la sostenibilidad», apuntó.
Pese a lo conseguido, el alcalde habló en su discurso de nuevos retos: «Los caneteros y las caneteras tenemos muchos retos por delante, a los que deberemos hacer frente con responsabilidad y convicción. Pero solo podremos hacerlo con un proyecto común de convivencia, con unión y fortaleza, como la que hemos demostrado hasta ahora, superando cualquier obstáculo que hemos encontrado en nuestro camino hacia el desarrollo y el bienestar».
Asimismo instó a sus vecinos y vecinas a «convertir Canet en un lugar mejor donde vivir, donde nuestros mayores disfruten de un envejecimiento activo y saludable. Atender a nuestra juventud con políticas públicas que los forme y los prepare para afrontar todo lo que les viene. Tenemos que caminar hacia un Canet más verde, respetuoso con el medio ambiente, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030, para lo que os pido un gran esfuerzo. Un Canet diverso, respetuoso con el prójimo, con el diferente. Colaborativo en todas las causas, atractivo y amable para el que nos visita. Un Canet extraordinario con sus matices y sus acentos, sin perder esa esencia, ese carácter y ese ADN que nos hace únicos».
El 9 d’Octubre finalizó con las tradicionales calderas.
