El portavoz de industria del grupo parlamentario socialista en el Congreso y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha exigido hoy al ministro de Industria, José Manuel Soria, que aplique medidas que eviten el cierre de empresas como Galmed para poder establecer un «verdadero espacio industrial europeo». La intervención de Puig ha estado centrada, en todo caso, en la situación general de la industria española, aunque ha usado varias veces la situación de la planta de Puerto de Sagunto como ejemplo de los riesgos a los que está sometida la industria nacional.
Así, pues el líder de los socialistas valencianos se ha referido al caso de Galmed para recordar que «es una empresa proveedora del sector del automóvil con beneficios pero que se cierra para trasladar la producción a Alemania de donde es la matriz» y, por tanto, ha criticado que «estamos ante una deslocalización ‘política’ y no económica». Ante esto, ha advertido que «lo que está en juego es el futuro de miles de familias y de una comarca ya castigada por la reconversión industrial de los 80; pero también está en juego la idea de Europa y de un mercado único europeo».
«La peor cara de estos datos es su reflejo en la vida diaria de miles de familias que ven cómo se quedan sin trabajo por el continuo goteo de cierre de empresas en toda España. Empresas como HP en Aragón, Roca en Madrid y Andalucía, Fuentecapala en Cáceres, SNIACE en Cantabria, Pecanova en Galicia o Galmed en Sagunto. Centenares de empresas que están esperando un gesto y una ayuda que nunca llega» ha indicado en su discurso. Sin embargo, ha destacado que «la crisis de la industria afecta a casi todos los países de la Unión Europea», ya que, la propia Comisión «ha reconocido al fin el declive que ha sufrido el sector productivo europeo debido al impacto de la crisis y una falta de política en defensa de la industria europea». Ante esto, ha instado a exigir a «la Comisión una verdadera política industrial Europea, que se fortalezca la competitividad de la industria europea frente al resto de mercados para establecer un verdadero espacio industrial europeo que dé respuestas a sectores fundamentales de nuestra industria como el naval o el siderúrgico».
De esta manera, ha advertido de que «la situación de la industria española es de máxima emergencia, es dramática con devastadores datos en empleo, pésimos datos en actividad y persistente caída del peso de la industria en nuestra economía». De hecho, ha señalado que «se ha destruido más empleo - 210.000 puestos de trabajo en el último trimestre de 2011 - que en ningún otro sector con excepción de la construcción», además, el valor añadido bruto de la industria acentúa su caída hasta el -3,9% en los tres primeros meses de 2013, y respecto al peso de la industria en el PIB, en doce años hemos perdido cinco puntos (del 20% al 15%). Por tanto, ha señalado que «las últimas cifras demuestran que el proceso de destrucción del tejido industrial se ha acentuado en el último año y medio», es decir, «todos los indicadores demuestran que vamos a peor desde que usted es ministro».
Por otro lado, ha asegurado que «hay problemas específicos en España como la falta de financiación, el coste de la energía y ausencia de política industrial» y ha recordado que «una pequeña y mediana empresa española paga por un préstamo de medio millón de euros un 35% de intereses más que la media europea y un 77% más que una alemana competidora suya». «El segundo freno a nuestra industria es el coste de la energía que ha crecido de forma exponencial en los últimos años hasta situarse entre los más altos de la Unión Europea» y ha recordado que «15 organizaciones empresariales escribieron una carta al ministro en la que le advertían del riesgo de esa Ley de Sostenibilidad para el futuro de la industria en España». Por último, «el tercer factor diferencial es el político, es decir, la ausencia de política industrial» porque, según ha advertido, «el presupuesto se ha reducido este año a la mitad». Es más, ha señalado que «la austeridad a toda costa está poniendo en jaque a sectores estratégicos para la economía española».
Ante esto, ha recordado que «sin industria no hay salida a la crisis» y ha pedido al gobierno que «deje de escudarse en que no puede hacer nada y trabaje para que las pymes y los autónomos españoles tengan -al menos- las mismas condiciones de competencia que el resto de empresas europeas, para que tengan el mismo acceso a la financiación, unos costes energéticos asumibles y un Gobierno que les defienda y apoye».
