El IES afectado
En este sentido, el nuevo secretario general de enseñanza de CC.OO. en el Camp de Morvedre, Vicent Lorenzo, explica que «el caos ha impedido iniciar el curso con normalidad en el instituto de enseñanza secundaria (IES) Jorge Juan, especialmente en los ciclos formativos». Uno de los principales problemas es la lista de espera de 300 alumnos, la mayoría de ellos en auxiliar de enfermería, que suponen más de la mitad de las plazas ofertadas para este curso (500).
Mientras el bachillerato sí ha arrancado con relativa normalidad, el equipo directivo del centro, que se estrena este año, se ha encontrado con las dudas sobre la posibilidad de ver desdoblados algunos ciclos, por lo que ha preferido retrasar la confección de los horarios, tanto para alumnos como para profesores, hasta que la Conselleria de Educación tome una decisión definitiva.
En cuanto a los docentes, desde CC.OO. se apunta que «los recortes anunciados obligaron a desplazarse a varios profesores, pero esas plazas suprimidas se están teniendo que volver a dar, con la paradoja de que se fue personal con plaza y ahora están dando los cursos a docentes interinos», apunta Lorenzo.
En el IES Eduardo Merello también se están produciendo problemas de este tipo, aunque a menor escala. En este sentido, la Generalitat suprimió un curso de Bachillerato Científico Técnico, así como un programa de diversificación compensatoria. Estas circunstancias, unidas a las notas de bachillerato y fin de curso pendientes para que los alumnos se matriculen, están provocando también cierto desconcierto en este arranque del año escolar.
En este centro, la reducción en la plantilla de profesores ha afectado a una decena de docentes, con los que el instituto ha dejado de contar respecto al pasado curso.
En cuanto a los institutos María Moliner y La Vall de Segó, los problemas no dejan de ser anecdóticos en comparación con los reseñados en otros centros, ya que se limitan a cubrir alguna asignatura o a la supresión aislada de algún curso.
Desde la asociación de madres y padres de alumnos del Camp de Morvedre, su presidente, Pedro Luis Alonso, lamenta que «fundamentalmente en formación profesional, las clases están a tope y no entra un segundo profesor, que es especialmente necesario en talleres como los industriales que requieren un mayor seguimiento y atención». Otro de los problemas impuestos desde la Generalitat tiene que ver con la dureza de las condiciones a la hora de desdoblar los grupos, ya que se exige una lista de espera de otros 30 alumnos para concederlo, según explica Alonso.
Esta lectura contrasta con la ofrecida ayer desde el Ayuntamiento de Sagunto, cuya delegada de Educación, Davinia Bono, destacaba la «totalidad normalidad» con la que se ha iniciado el curso. Además de esta valoración, la edil ha revelado los datos de matriculación en el municipio sobre enseñanza secundaria, que arroja un balance de 1.580 alumnos, medio centenar más que el pasado año. Sobre los problemas en ciclos formativos, Bono asegura que la matriculación todavía no está cerrada.
