La medida fue defendida por el actual número uno en cuestiones económicas del Partido Popular, Sergio Muniesa, quien aseguró que el plan era pedir de golpe la financiación para obras que, de otra manera, no se podrían realizar, citando textualmente la finalización del Horno Alto, con la instalación del ascensor, las obras de mejora del Barrio de La Marina, las mejoras en las calles Valencia y San Francesc o el Plan de Barrios.
Pero la oposición se mostró impacable ante lo que calificaron como un plan que va contra la tendencia a actual a establecer medidas de austeridad y reducción del coste público. Entre las voces más críticas se encontró, una vez más, la socialista Nuria Hernández, ex-responsable de las cuentas del ayuntamiento quien lleva semanas realizando críticas públicas a los planes de ahorro, que ella sostienen que no son tales, de los populares. Para Hernández la propuesta de contraer un nuevo crédito es la prueba palpable, textualmente, «de que Sergio Muniesa ha mentido repetidas veces a la ciudadanía al anunciar que se ha reducido la deuda». Según los datos de Hernández el endeudamiento no se ha reducido un 20%, como aseguraba Muniesa, si no que cifra el incremento de la deuda en un 10%, «han incrementado tanto el gasto corriente que no somos ni capaces de pagar los prestamos que teníamos hasta 2009, y esta es la realidad que han estado ocultando y maquillando» ha asegurado Hernández, quien también ah asegurado que la propuesta crearía una inestabilidad presupuestaria tan grande que el siguiente gobierno se vería atado de pies y manos económicamente hablando, hasta 2014. La edil socialista ha abogado por no endeudarse y apostar por ejecutar todas las inversiones que aún quedan pendientes de presupuestos anteriores, y sumarlo a las ayudas aún pendientes de los planes Confianza de la Generalitat, y el segundo Plan E lanzado por el Gobierno central, y reorganizar las anualidades para lograr así una mayor estabilidad presupuestaria y alcanzar el ahorro que ahora mismo es negativo en el ayuntamiento según las investigaciones de la edil socialista.
También hubo fuertes reproches contra la medida desde el Bloc, Quico Fernández habló de «obras innecesarias» que se iban a realizar con un único afán electoralista, pero fue la edil Teresa García la encargada de hacer notar las pegas que su formación ve al pla propuesto por los populares, «creíamos ingenuamente que se nos presentaba un plan de medidas para fomentar el ahorro y limitar el gasto público, y nos hemos encontrado con una maniobra crediticia que incluye conceptos que son un despilfarro. ¿Es serio gastarse 30.000 euros del dinero público en una estatua en los tiempos que corren? ¿Hace falta plantearse obras en la avenida País Valencià a estas alturas o construir un centro de tecnificación?» ha expuesto García, quien ha ido más lejos cifrando en 250.000 euros los gastos previstos por el PP en honorarios de proyectos, un coste que, en su opinión, podría ahorrarse perfectamente si fueran los técnicos del ayuntamiento quienes se ocuparan de estas labores.
El portavoz de SP, Manolo González, reconoció su sorpresa al ver este punto en el orden del día puesto que, según confesó, el propio Sergio Muniesa se había reunido con él para pactar un apoyo a la propuesta, y habían quedado en que desde SP se estudiaría el plan para hacer una contrapropuesta, y sin embargo los populares habían presentado aún así el punto al pleno, y encima sin respete el pacto de proporcionalidad de obras entre Sagunto y Puerto, y con partidas, en su opinión, poco claras puesto que las obras del barrio La Marina sobrepasaban en más de un millón, los cálculos previos atendiendo a la cuantía que ya tenían asignadas anteriormente.
Desde Esquerra Unida, Fernando López Egea, se ha preguntado a que jugaba el partido popular presentando propuestas que saben que no van a ganar, y apuntaba a una presunta estrategia electoral con la que el PP taparía la paralización del consistorio «haciéndose la víctima porque los demás no le hemos dejado endeudarse». En todo caso el portavoz izquierdista señaló que el plan presentado tenía, en su opinión, demasiados puntos oscuros, y que pedir su aprobación era «pedir que se haga un acto de fe» algo en lo que no está pensando Esquerra Unida.
El edil Sergio Muniesa lamentó la decisión de los principales partidos de la oposición, alegando que aspectos como la estatua son acuerdos plenarios aprobados por los distintos grupos, y que otras de las obras, como las mejoras en la Avenida País Valencià, son subsanación de deficiencias de proyectos del equipo de gobierno anterior. Sin embargo, esto no despertó las simpatías del resto de grupos que le espetaron que en las actuales condiciones económicas se podían retrasar perfectamente acuerdos como el de la estatua.
Tras esta votación el Partido Popular deberá reelaborar su estrategia de gasto o volver a redactar su plan junto a alguno de los partidos de oposición.
