Lo cierto es que el tema llegaba al Pleno en una cierta polémica, puesto que tras haberse anunciado la semana pasada su inminente aprobación los concejales de SP retiraron su apoyo al mismo durante una de las comisiones previas a su presentación al Pleno la sólo contemplar la ejecución prioritaria de obras en Sagunto, esta división se había visto agravada por la intención del PSOE de presentar una enmienda a la totalidad del texto del acuerdo, para que incluyera todas las obras que se iban a realizar en Puerto de Sagunto, algo que, sobre el papel, iba a poner a SP en situación de votar en contra de lo que pretendían sus socios de gobierno populares.
Sin embargo el grupo muncipal popular ha realizado esta mañana una hábil jugada en la que ha ampliado las obras previstas en este plan y que ahora incluyen obras tan importantes como el nuevo Polideportivo de Puerto de Sagunto, el Museo Industrial que se ubicará en el mismo núcleo, la reivindicada fuente de la Avenida País Valencià, los arreglos de Ciutat Vella o el Terraet de la Glorieta; una moción conseguida contrarreloj que ha hecho que aunque los socialistas hayan seguido reivindicando la inclusión de todas las obras, su propuesta haya sido rechazada sin suponer prácticamente ningún desgaste político para el bipartito.
PSOE y EU no saben si fiarse de la Generalitat
El grupo municipal socialista, quien había presentado una moción pidiendo que se incluyeran todas las obras aprobadas preguntó, sin obtener respuesta, cual eran los motivos por los que se incluían unas obras y no otras, y pidió al secretario pruebas de que de producirse retrasos en los pagos por parte de la Generalitat, algo que por otra parte todos los grupos de oposición parecían ver como algo muy probable, las empresas reclamarían contra la Generalitat y no contra el Ayuntamiento como ejecutor del consistorio, algo que según afirmaba el Secretario quedaba por escrito en las claúsulas del convenio que, sin embargo, no podía hacer referencia a como se pagarán al no existir todavía constancia de cual es la partida presupuestaria con la que la Generalitat Valenciana abonará estas obras.
Esquerra Unida, por su parte, ironizó con el nombre del plan, Confianza, aduciendo que confianza era precisamente lo que había que tener para aceptar las promesas de Camps, a quien el edil izquierdista Paco Aguilar no dudó en calificar como un "embustero reconocido" remitiendo a la sentencia judicial que le exculpaba del llamado Caso Gürtel, donde se reconocía que los trajes que el President había asegurado haber comprado eran, de forma probada, regalados. "No creemos en la Generalitat y no lo haremos hasta que veamos los pliegos de estas obras" sentenció Aguilar.
El Bloc asegura que no se están haciendo las obras que de verdad necesita el pueblo
Con SP limitando su intervención a un sencillo agradecimiento a las consellerias implicadas en el convenio por su agilidad en aceptar la ampliación de obras, Esquerra Unida perdida en referencias a la guerra de Irak, y los socialistas afirmando que votarían a favor de las inversiones a pesar de que su enmienda no se aceptara, el protagonismo en la oposición recayó en el edil nacionalista Quico Fernández, quien cargó duramente contra como se están gestionando las obras del Plan Confianza autonómico y las del Plan E estatal.
Y es que Fernández no sólo criticó el poco empleo que, en su opinión, se está creando en la localidad con estas obras, si no que directamente se mostró opuesto a los criterios de selección de las mismas; "Se están remodelando plazas que no tienen ni 10 años, mientras se deja escapar otras obras más importantes, como la gran cantidad de aceras que necesita una intervención en el municipio" llegó a afirmar Fernández.
El Portavoz del Bloc Nacionalista Valencià aseguró que estas obras no se han planificado por necesidad, si no siguiendo lo que denominó "el criterio mágico de la proporcionalidad", un criterio marcado en el pacto de gobierno entre PP y SP pero que, según denuncia Fernández, aún no se ha explicado. De hecho llegó a afirmar que el PP no hablaba de ese criterio, textualmente, "porque son unos cobardes y no se atreven a decirlo" donde los ediles del Partido Popular, a los que acusó de primar obras con las que poder hacerse la foto con obras más que conveniente que necesarias,antes que las que necesita el pueblo, y justificó su no apoyo a la medida, ni a la enmienda del PSOE, afirmando que tenían un fondo injusto que iba contra los principios de cohesión de la ciudad.
Fernández llegó incluso aún más lejos afirmando que la enmienda popular era un paripé: "Todas las obras que han sido aprobadas se van a hacer ¿O es que no se sabe? ¿A que vienen esos numeritos de si no me incluyen no se hacen? Todo es política, una cuestión de 'yo primero' para poder salir en la foto".
A pesar de las críticas de Fernández, quien llego a decir a los ediles en el gobierno que tenían los votos pero no la razón, el nuevo texto del convenio salió adelante con los votos a favor de PP, SP y PSOE y las abstenciones de Esquerra Unida y Bloc.
