El empresario local, Julián Castelblanque, ha fallecido en la madrugada de este domingo, 6 de agosto, según han confirmado fuentes de la familia. El finado nació el 19 de febrero de 1949, por tanto, contaba con 74 años. Aunque no era de Sagunto, podría decirse que dedicó toda su vida a mejorar este municipio.
De militante de la izquierda en la etapa final del franquismo, Casteblanque se convirtió en un emprendedor que, desde una visión más social, progresista si se prefiere, contribuyó al desarrollo urbano de Sagunto, impulsó el salto al otro lado del río en el casco histórico, desarrolló el PAI Fusión y su último gran proyecto fue el parque comercial Vidanova Parc. Tuvo la idea, encontró a un inversor adecuado para ‘vendersela’ y algunos años después, superando toda clase de dificultades y contratiempos, ahí está en marcha ese parque comercial, que es el más importante de los de su categoría entre Valencia y Castellón.
Este emprendedor, que en un momento llegó a simpatizar e implicarse con el proyecto de Podemos, presumía de su condición de sindicalista, recordando las luchas obreras en el sector de la construcción por mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores. Creía en la necesidad de poner a Sagunto en el mapa, por eso decidió que Alser, S.L., la empresa que dirigía, fuera el principal patrocinador, primero, del Alucine Alser y, posteriormente, del Balonmano Puerto Sagunto, que paseaba el nombre del municipio por toda España. Era consciente de que, tras la salvaje reconversión industrial, Sagunto, hundido en una gran depresión, necesitaba recobrar ritmo potenciando un deprimido sector industrial, una agricultura desolada y un turismo incipiente.
Como todas las personas, tenía una trayectoria con luces y sombras, pero los que le conocían bien le consideraban una persona íntegra y honesta, un conocido empresario madrileño con intereses en el municipio dijo de él «si Julián no hubiera tenido esas ideas sociales tan raras que tiene, sería inmensamente rico, porque él ha hecho Sagunto». También es cierto que desde algunos sectores consideraban que realizó un urbanismo desarrollista, aunque, ciertamente, los que daban el visto bueno a estas actuaciones fueron los políticos que en cada momento gobernaban en el consistorio y daban luz verde a los proyectos.
En una entrevista en profundidad que publicó este periódico el seis de marzo de 2015, Julián Castelblanque, a propósito de los escándalos de corrupción que en aquella época asolaban España, dijo: «Mientras no se condene pública y socialmente a esa gente que se enriquece ilícitamente, porque son unos chorizos, no cambiarán las raíces del problema, y buscarán la ocasión y la vuelta para seguir metiendo la mano en el saco. Cuando, además, la administración no domina la magnitud económica de las cosas, está haciendo un flaco servicio a todos los españoles. ¿Cómo te pueden colocar goles de que una cosa que vale 5 te la vendan por 25? ¿Eres tonto o estás idiota? ¿qué pasa? Mientras no se cambie la mentalidad y se combata la tolerancia al enchufe y la prebenda, va a ser difícil que se erradique la corrupción. En España todo el mundo quiere tener empleo fijo, de funcionario en cualquier órgano de la administración. El riesgo de vivir y de ganarte el jornal cada día, es una mentalidad que no existe. Pero al final, el tema de la corrupción, del soborno, del enchufe, es muy importante porque es la fuente de otros muchos problemas a más escala, de más calado. Será un problema de tiempo, y por eso, IU, Podemos el PSOE, el PP, en fin, todos los partidos, como no sean muy duros con el tema de la corrupción, es un problema de tiempo que metan la mano en el saco».
Los restos mortales de Julián Castelblanque se encuentran en el Tanatorio Camp de Morvedre, el situado junto al hospital de Sagunto, desde las 10 horas de la mañana de este domingo hasta las 11:30 horas de este próximo lunes, estando prevista su incineración para las 12 horas. Descanse en paz.
