Tal y como adelantó este periódico en su edición digital el pasado 28 de junio, el gobierno municipal tripartito aprobó en el pasado pleno ordinario de junio una modificación del presupuesto 2022. Se da la circunstancia de que las cuentas municipales de 2022 fueron aprobadas inicialmente a finales de marzo, aunque entraron en vigor un mes después, tras superar el periodo de exposición pública de 30 días, de ahí que haya llamado la atención el hecho de que, transcurridos dos meses desde su aprobación definitiva, se someta a unas modificaciones de cierto calado.
Este cambio responde a la necesidad de buscar financiación para poder acometer las actuaciones que se consideran más urgentes en la recta final del presente mandato. Se trata de aprovechar los restos del préstamo de 2020 y ejercicios anteriores que no han sido ejecutados, por importe total de 1.370.841,13 euros para financiar algunas actuaciones contempladas en el vigente presupuesto, que iban con cargo a la fallida venta de solares de propiedad municipal, que, como también informó este periódico, quedó desierta por falta de compradores, ya que los precios de salida de dichas parcelas están por encima del valor actual de mercado.
Situación delicada
Es un hecho que el Ayuntamiento de Sagunto no pasa por su mejor momento en términos económicos, ya ha llegado a la situación de que para poder acometer inversiones tiene que pedir dinero prestado, pero, al cerrar los ejercicios de 2020 y 2021 con déficit o ahorro negativo, no pudo solicitar el préstamo de 7,5 millones de euros para el presupuesto de 2021, ni ha podido formalizar el crédito de 8,5 millones que tenía previsto para 2022. Ni que decir tiene que esta imposibilidad ha complicado mucho la gestión de las inversiones propiamente municipales, ya que, al no disponer de recursos económicos, no puede acometer esas obras.
Como solución in extremis para recaudar alrededor de 6,5 millones de euros, el tripartito municipal pensó en la venta de solares municipales, aunque era más que evidente que esta vía de financiación iba a resultar fallida, como, efectivamente, así ha ocurrido. A partir de aquí, al encontrarse el Ayuntamiento en un verdadero callejón sin salida y teniendo en cuenta la proximidad de las elecciones municipales, que se celebrarán en mayo de 2023, desde el Gobierno municipal se ha recurrido a desnudar un santo para vestir otro.
Así es, el gobierno tripartito decidió llevar al pleno municipal ordinario de junio una modificación para que una parte de las inversiones incluidas en el presupuesto 2022, por importe de 1.370.841,13 euros, que se iban a financiarse con cargo a la fallida enajenación de solares, se puedan sufragar con fondos de los préstamos que el Ayuntamiento de Sagunto pidió en 2020 y ejercicios anteriores y que todavía no ha ejecutado, aunque sí estaban asignados. Aquí es donde se desnuda un santo para vestir otro.
Esto significa que una serie de inversiones que ya estaban programadas y con la partida presupuestaria correspondiente de fondos procedentes de préstamos de 2020 y años anteriores, por el importe citado de 1.370.841,13 euros, se les cambia la financiación, que en este caso será por la venta de solares, si es que se logra vender alguno en futuros intentos. De esta manera, ese dinero que se libera se emplea en sufragar otras obras que el tripartito municipal considera ahora mucho más necesarias o urgentes, sobre todo, de cara a la recta final de esta legislatura.
En el cuadro que se publica en esta página, se ve nítidamente en qué consiste ese cambio de financiación. El bloque superior, que tiene un total de 10 actuaciones, es el que se iba a financiar con cargo a los préstamos de 2020 y ejercicios anteriores. Es decir, que disponían de financiación segura para poder acometerlas. Sin embargo, el paquete inferior se pensaba sufragar con la fallida venta de suelo municipal.
Lo que se ha hecho con esta modificación es cambiar la fuente de financiación, de modo y manera que el primer bloque pasa a depender de la enajenación de solares municipales y el inferior se garantiza su ejecución al asignarle unos fondos del crédito de 2020 y anteriores. De ahí que se trate de quitarle la ropa a un santo para ponérsela a otro. En términos prácticos esto significa que las actuaciones que se relacionan en el bloque superior lo más seguro es que no se materialicen puesto que su financiación dependerá de que se venda suelo municipal, que, como ha quedado de manifiesto, será difícil que suceda si no se bajan los precios de las parcelas. De ahí que el tripartito municipal esté valorando iniciar un nuevo trámite, abriendo la posibilidad de una nueva subasta con precios a la baja.
Esta modificación del presupuesto es, por tanto, el último recurso del gobierno municipal para poder ejecutar una mínima parte de las inversiones municipales que se debían haber acometido en 2021 y 2022, pero que no se han podido ejecutar por falta de recursos.
