Ciudad

Los trabajadores de la residencia de ancianos de Estivella se concentraron ayer para denunciar los retrasos en el pago de los salarios que la empresa gestora de este centro, Sturm 2000, les adeuda desde hace algunos meses. Alrededor de medio centenar de personas acudieron a esta primera movilización realizada por estos empleados que tuvieron el apoyo tanto de vecinos y familiares de algunos de los residentes de este centro así como de miembros de CCOO, como la Secretaria General comarcal, Begoña Cortijo, y compañeros de la residencia «Nuestros Hijos» y del Servicio de Atención a Domicilio (SAD) de Sagunto cuya gestión lleva esta misma mercantil con la que también tienen problemas para cobrar sus salarios.

Desde el comité de empresa de la residencia de Estivella afirmaron que llevan soportando los impagos y retrasos de sus nóminas desde el mes de octubre de 2011 y actualmente se les adeuda, a los 35 empleados de este centro, la mitad del sueldo de mayo, la nómina y la paga extra de junio y dos fracciones de la de Navidad que la empresa dividió en seis pagos. Esto supone una deuda de alrededor de 3.000 euros por empleado, lo que coincide con la situación que están viviendo los trabajadores de la residencia «Nuestros Hijos» y del SAD saguntino.

«Esta situación se está haciendo insoportable para las economías familiares pues llevamos tiempo exigiendo que se nos dé lo que nos corresponde en tiempo y forma, pero ante la falta de respuesta por parte de la empresa hemos decidido pasar a la acción para defender nuestros derechos», afirmaban los miembros del comité mientras explicaban que la mercantil no ha querido dar ni fechas ni plazos para liquidar la deuda.

«Se escudan diciendo que la Generalitat Valenciana les debe facturas de la residencia Nuestros Hijos y que por eso no tienen liquidez para pagar a sus empleados cuando los residentes de la de Estivella, que es privada, pagan religiosamente sus mensualidades y el Ayuntamiento de Sagunto, encargado del SAD, también está al corriente de los pagos como nos ha confirmado la edil de Servicios Sociales, Davinia Bono», explicaba una de las trabajadoras mientras aseguraba que esta empresa «se aprovecha de que es un sector muy sensible y que hay que seguir trabajando por el bienestar de los internos».
Precisamente los familiares de las personas dependientes que se encuentran en este centro acudieron a apoyar a los trabajadores asegurando que la falta de pago no ha mermado la calidad del servicio que prestan aunque reconocía que los trabajadores «anímicamente están mal porque además trabajan mucho porque no se cubren las bajas igual que antes y las instalaciones se van deteriorando».

Las representantes del comité de empresa afirmaron que esta es la primera de las movilizaciones que pretenden llevar a cabo, aunque no han fijado las fechas de las próximas concentraciones a las que acudirán con pancartas, pitos y bocinas para hacerse oir y reclamar que la empresa cumpla con su parte del contrato.