Ciudad

El ascensor sigue siendo el único obstáculo que impide la apertura a los visitantes del Alto Horno número 2. Después de que esta semana se cumpliera con el último trámite de las obras de rehabilitación, que fueron recepcionadas, el elevador que resolverá los problemas de accesibilidad del monumento sigue retrasando el disfrute de este elemento clave del patrimonio industrial del Puerto.

Según ha explicado hoy la concejala de Contratación, Laura Casans, el Ayuntamiento sigue estudiando los cambios necesarios en el pliego de condiciones de este contrato, cuya primera licitación quedó desierta, dando un nuevo golpe a las intenciones municipales de abrir al público cuanto antes el Alto Horno.

La edil aventuró que los trámites no pueden retrasarse mucho más y que espera tenerlo todo resuelto antes del próximo año.

También Casans fue protagonista de otro de los acuerdos destacados de la junta de gobierno, como es la adjudicación del Plan de Ermitas. Entre las novedades aportadas hoy, la concejala ha señalado que la empresa Estudios Métodos de la Restauración introduce una rebaja del presupuesto de licitación cercana al 20%, al tiempo que ha detallado las mejoras técnicas valoradas en 47.700 euros.

Esta actuación sobre nueve ermitas del casco histórico incidirá en el aspecto funcional y formal de los santuarios para aprovechar el atractivo turístico que implica la variedad de ermitas. Tanto Casans como el alcalde en funciones, Sergio Muniesa, han destacado que la empresa tiene ahora un mes para empezar las obras, cuyo plazo de ejecución es de 6 meses, así que confían en que el grueso de la actuación esté listo para Semana Santa.

Otro acuerdo de la junta de gobierno de hoy ha sido la solicitud de una subvención de 54.000 euros para desarrollar en Baladre la segunda fase del proyecto de integración Tejiendo Red. En Cultura se ha aprobado la programación, plazos de matriculación y tasas de la Universidad Popular, al tiempo que se han repartido 11.600 euros para diversos proyectos de Participación Ciudadana.

En cuanto al agua, Muniesa ha anunciado la puesta en marcha de una nueva fase de telemando, que consiste en la implantación en la red municipal de puntos de control de caudal, presión y cloro, con el objetivo de «tener información inmediata de estos parámetros para poder detectar y dar solución a cualquier avería».