Francisco Campillo, presidente de AVA Ascosa en el Camp de Morvedre, ha denunciado, en declaraciones realizadas al programa Sagunto en la Onda de Radio Sagunto, el robo de 43 contadores en lo que va de mes.
Estos contadores, esenciales para el riego , suponen a los agricultores un gasto de entre 200 y 400 euros por unidad a los que hay que sumar los costes de reparación de lo que se haya roto para acceder a ellos, así como el agua que se pierde si se pone el riego por goteo en marcha antes de que el agricultor descubra el robo. Según denuncia Campillo estos robos están muy organizados e incluso se ha detectado ya el modus operandi de los ladrones, quienes primero mandan a una o más persona a serrar las tuberías para robar los contadores, y estos los dejan en las cunetas del camino para que una furgoneta los recoja a posteriori.
Según explica Campillo los ladrones se lllevan los contadores por el bronce de la carcasa, por el que pueden conseguir entre 6 o 7 euros, «pero para ello se llevan toda la maquinaria, parte de la tubería y te destrozan la puerta» asegura el presidente local de AVA.
«Hay que distinguir entre lo que llamamos el caco chatarrero que se lleva las cadenas, las trapas o todo lo que pueda conseguir y el ladrón profesional. El primero te hace destrozos porque no sabe lo que hace, y responde más al perfil de una persona que se ha quedado sin empleo y te roba para ver que saca, el otro es una figura organizada capaz de movilizar equipos enteros para sus robos, y que esquilma los campos por temporadas. Una vez tuvimos 110 contadores robados en un único fin de semana» afirma.
Otro ejemplo de esta organización ha sido el robo de un grupo electrógeno entero que los ladrones se han llevado de la llamada Balsa de la Frau, una partida que existe entre Albalat y Petrés. Los ladrones se las arreglaron para llevarse un aparato de unos 2.000 kilos de peso, lo que demuestra su elevado grado de preparación. En este caso también dejaron la zona destrozada y con restos de aceite contaminante por los suelos. El grupo robado tiene un valor estimado de 11.000 euros.
Otra de las zonas conflictivas es el motor de los Santos Patronos donde, según denuncia Campillo, se han producido tres robos en un mes a pesar de los esfuerzos que hacen los agricultores que han llegado a sepultar con cemento los cables eléctricos, medida que sólo ha servido para que los ladrones seccionen y roben el trozo de cable que no puede estar cementado.
Campillo ha resaltado la colaboración que tanto Policía Nacional como de Guardia Civil, que se han interesado en intensificar la vigilancia en las zonas, pero ha vuelto a recordar que esta vigilancia, en su opinión, sirve de bien poco si no se refuerza el código penal «en España parece que robar es gratis» ha afirmado. Campillo también ha pedido a sus compañeros agricultores que denuncien todos los robos que se producen porque «la gente a veces se cansa y no denuncia el robo de una trapa, o una cadena porque parece que no sirve para nada, pero si no se denuncia, luego no consta, y eso no nos ayuda en la lucha contra esta plaga de robos» afirma.
Estos contadores, esenciales para el riego , suponen a los agricultores un gasto de entre 200 y 400 euros por unidad a los que hay que sumar los costes de reparación de lo que se haya roto para acceder a ellos, así como el agua que se pierde si se pone el riego por goteo en marcha antes de que el agricultor descubra el robo. Según denuncia Campillo estos robos están muy organizados e incluso se ha detectado ya el modus operandi de los ladrones, quienes primero mandan a una o más persona a serrar las tuberías para robar los contadores, y estos los dejan en las cunetas del camino para que una furgoneta los recoja a posteriori.
Según explica Campillo los ladrones se lllevan los contadores por el bronce de la carcasa, por el que pueden conseguir entre 6 o 7 euros, «pero para ello se llevan toda la maquinaria, parte de la tubería y te destrozan la puerta» asegura el presidente local de AVA.
«Hay que distinguir entre lo que llamamos el caco chatarrero que se lleva las cadenas, las trapas o todo lo que pueda conseguir y el ladrón profesional. El primero te hace destrozos porque no sabe lo que hace, y responde más al perfil de una persona que se ha quedado sin empleo y te roba para ver que saca, el otro es una figura organizada capaz de movilizar equipos enteros para sus robos, y que esquilma los campos por temporadas. Una vez tuvimos 110 contadores robados en un único fin de semana» afirma.
Otro ejemplo de esta organización ha sido el robo de un grupo electrógeno entero que los ladrones se han llevado de la llamada Balsa de la Frau, una partida que existe entre Albalat y Petrés. Los ladrones se las arreglaron para llevarse un aparato de unos 2.000 kilos de peso, lo que demuestra su elevado grado de preparación. En este caso también dejaron la zona destrozada y con restos de aceite contaminante por los suelos. El grupo robado tiene un valor estimado de 11.000 euros.
Otra de las zonas conflictivas es el motor de los Santos Patronos donde, según denuncia Campillo, se han producido tres robos en un mes a pesar de los esfuerzos que hacen los agricultores que han llegado a sepultar con cemento los cables eléctricos, medida que sólo ha servido para que los ladrones seccionen y roben el trozo de cable que no puede estar cementado.
Campillo ha resaltado la colaboración que tanto Policía Nacional como de Guardia Civil, que se han interesado en intensificar la vigilancia en las zonas, pero ha vuelto a recordar que esta vigilancia, en su opinión, sirve de bien poco si no se refuerza el código penal «en España parece que robar es gratis» ha afirmado. Campillo también ha pedido a sus compañeros agricultores que denuncien todos los robos que se producen porque «la gente a veces se cansa y no denuncia el robo de una trapa, o una cadena porque parece que no sirve para nada, pero si no se denuncia, luego no consta, y eso no nos ayuda en la lucha contra esta plaga de robos» afirma.
