Los comerciantes de la calle Vall d´Albaida en Puerto de Sagunto sufrieron ayer una auténtica plaga de cucarachas que, según reconocen los afectados, se adentraron por sorpresa en diversos comercios durante el horario comercial.
Según testimonios de vecinos de la calle, el problema surgió entorno a las once u media cuando un grupo de operarios. sin previo aviso según confirman los comerciantes, comenzaron a fumigar su tramo de la red de alcantarillado, propiciando que las cucarachas escaparan, «a borbotones» según los testigos, por las tapas de alcantarilla.
«Nadie nos avisó y de repente empezaron a aparecer montones de cucarachas en el asfalto y las aceras pero lo peor fue cuando los insectos empezaron a colarse en los comercios a través de las rejillas de ventilación, o por el hueco que dejan las rampas de acceso para personas con problemas de movilidad» testifica uno de los comerciantes que quiere permanecer en el anonimato.
Además del lógico susto por la invasión de cucarachas, los comerciantes denuncian el prejuicio económico que les produjo, puesto que los viandantes evitaban pasar la acera e incluso aparecieron cucarachas dentro de los escaparates. «Si nos hubieran avisado con tiempo habríamos tomado medidas de sellado para evitar que entraran en los locales, hay que tener en cuenta que aquí hay locales de alimentación que ayer se las vieron y desearon para evitar que entraran las cucarachas en su establecimiento» declaran los afectados.
Según testimonios de vecinos de la calle, el problema surgió entorno a las once u media cuando un grupo de operarios. sin previo aviso según confirman los comerciantes, comenzaron a fumigar su tramo de la red de alcantarillado, propiciando que las cucarachas escaparan, «a borbotones» según los testigos, por las tapas de alcantarilla.
«Nadie nos avisó y de repente empezaron a aparecer montones de cucarachas en el asfalto y las aceras pero lo peor fue cuando los insectos empezaron a colarse en los comercios a través de las rejillas de ventilación, o por el hueco que dejan las rampas de acceso para personas con problemas de movilidad» testifica uno de los comerciantes que quiere permanecer en el anonimato.
Además del lógico susto por la invasión de cucarachas, los comerciantes denuncian el prejuicio económico que les produjo, puesto que los viandantes evitaban pasar la acera e incluso aparecieron cucarachas dentro de los escaparates. «Si nos hubieran avisado con tiempo habríamos tomado medidas de sellado para evitar que entraran en los locales, hay que tener en cuenta que aquí hay locales de alimentación que ayer se las vieron y desearon para evitar que entraran las cucarachas en su establecimiento» declaran los afectados.