Hoy os voy a hablar de los efectos del sol en la piel. Todos sabemos que estos efectos son buenos o malos, dependiendo de en qué forma tomemos el sol en los meses de verano.

LO BUENO:

• La radiación solar genera la liberación de endorfinas (una de las hormonas de la felicidad), que nos producen sensación de bienestar.
• Tiene efecto vasodilatador, por lo tanto la sangre fluye mucho mejor y nos oxigena la piel, además de bajar nuestra presión arterial.
• Es necesaria para la producción de melatonina, hormona muy importante para los períodos de sueño.
• Los rayos del sol hacen que sinteticemos vitamina D, lo cual, fortalece nuestros huesos y dientes porque esta vitamina es la encargada de fijar el calcio.
• Activa las defensas de la piel y se aumenta el espesor además de darle un tono más oscuro que nos resulta mucho más bonito.

LO MALO:

• Envejecimiento prematuro de la piel. Esto ocurre porque, si abusamos del sol, se liberan los radicales libres y esto provoca una oxidación acelerada de las células, los cual desemboca en la aparición de manchas, descolgamiento de la piel y arrugas que serán cada vez más visibles.
• En pieles blancas y mayores de 50 años, los efectos antes mencionados son mucho más evidentes.
• Quemaduras. Las quemaduras solares provocan un daño interno (dermis) que no vemos y que si no lo dejamos recuperar el tiempo debido, puede desencadenar futuros problemas en la piel.
• Si existe un daño solar repetido, esto puede alterar el material genético de las células de la piel. Esto, conlleva una alteración del comportamiento de dichas células que pierden su capacidad de defensa y puede producir cáncer de piel. La posibilidad de que esto ocurra es mayor en pieles maduras y en pieles que han estado sobre-expuestas a lo largo de los años.

Para que podamos disfrutar de los beneficios del sol y no tener problemas con él, os cuento las precauciones que debemos tomar siempre que estemos expuestos al sol:

– No tomar el sol más de 30 minutos.
– Evitar el sol directo en las horas comprendidas entre las 11 am y las 18 pm, porque es ahí cuando los rayos solares tienen mayor actividad y caen de forma perpendicular.
– Tomar el sol de la mañana o del atardecer.
– Si vamos a estar expuestos al sol en las horas peores, debemos siempre utilizar factor de protección solar alto (nunca menos de un 20SPF) y no olvidarnos de volver a ponernos la protección cada 2 horas.
– Beber agua mientras estemos expuestos al sol para mantener una buena hidratación de la piel.
– Tomar alimentos ricos en vitamina A y E (verdura de hoja verde, zanahoria, pipas de girasol)
– Tener especial cuidado con la cara. Nuestro rostro es especialmente susceptible al sol y siempre va al descubierto. Por eso hay que utilizar protección solar alta todos los días antes de salir de casa y más cuando estemos expuestos al sol varias horas. También es aconsejable el uso de sombreros, viseras, etc, para evitar el envejecimiento prematuro de nuestro rostro.

Cuidemos mucho nuestra piel, primero por una razón de salud y segundo para lucir una piel joven y tersa.