Esta vez me dedicaré hablar de lo importante que resulta el equilibrio postural. No vamos a entender el equilibrio postural como la perfección en un cuerpo, es decir que esté totalmente equilibrado y simétrico en su forma. Muchas causas producen que este equilibrio se rompa y la principal es estar vivos. Así que entendiendo que nuestra postura es el resultado de nuestro mundo emocional, mental y físico, el equilibrio lo entenderemos como la forma más equilibrada para ese cuerpo donde es sometido a la mínima presión y fuerzas desequilibradas. Si tenemos una cuerda y tiramos más de un lado que de otro, eso es desequilibrado y la cuerda se irá hacia el lado que tira más. Lo mismo ocurre en nuestro cuerpo, si una columna tiene mucha desviación hacia un lado producirá un desequilibrio de fuerzas a nivel de la musculatura de la columna, lo cual conllevará un mal funcionamiento y seguramente dolor.

 

De manera muy general, cuando exploramos a una persona, podemos fijarnos en muchos detalles que nos hablan de cómo está el cuerpo en ese momento. Por ejemplo: altura de los hombros, cabeza ladeada o no, simetría en pelvis, columna desviada o no y apoyo de los pies. Todo esto siempre debe ser valorado por un profesional experto en el tema. En esta exploración podemos encontrar la falta de simetría en alguna de sus partes y como consecuencia otras zonas alteradas. O bien una desviación de columna.

 

Les pondré un ejemplo, podemos observar en una persona que la altura de sus caderas no es simétrica, e inmediatamente pensar que la alteración se haya ahí mismo. Pero podría ser que esa alteración se produzca por una diferencia en la longitud de las extremidades, lo cual provoca esa asimetría de cadera. De ahí la importancia de valorar globalmente la postura.

 

Casi toda la población cuenta con algún tipo de desequilibrio postural, el estrés, las posturas del trabajo mantenidas durante horas, la falta de higiene postural, demasiadas preocupaciones que nos cargan la cabeza y como consecuencia el cuello, ansiedad mantenida,…y muchas otras causas que nos acechan en el día a día. La cuestión es: ¿Qué podemos hacer en estos casos? La respuesta es mucho, primero pasa por tomar conciencia de lo que ocurre y luego de establecer que camino a recorrer para hacer los cambios necesarios junto a cambiar hábitos dañinos por saludables. En muchas ocasiones necesitamos ayuda de un profesional. En el caso que nos ocupa, si usted se ha observado algún dolor o desequilibrio postural por la causa que sea, acuda a valoración profesional. Para mí la Terapia de Polaridad es la herramienta que me ayuda como terapia corporal para tratar estos casos. Pero sobre todo no tire la toalla, estoy cansada de ver gente que le han dicho que lo que tiene no se soluciona, y en algunas ocasiones será así, pero mi experiencia de años me dice que siempre hay posibilidades para mejorar. Que cuando trabajas un cuerpo, el mismo siempre encuentra mejores formas de estar con menor tensión en este mundo. Además tan osados nos creemos como para desafiar la grandeza y el potencial de la Naturaleza, porque si algo somos, es Naturaleza.