Se estima que cada año nacen en todo el mundo unos 15 millones de niños prematuros (antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación), lo que supone uno de cada diez nacimientos. Y esta cifra va en aumento.
La prematuridad es ya la primera causa de muerte en niños menores de cinco años, con más de un millón de muertes en el mundo. En Europa, las complicaciones de la prematuridad causan más de la mitad de las muertes en el primer año de vida.
La prematuridad es también la principal causa de discapacidad en la infancia: retraso en el desarrollo psicomotor, parálisis cerebral, pérdida de audición o de visión. Es por este motivo por el cual, como cada año, el pasado 17 de noviembre se celebró el Día Mundial del Prematuro con el objeto de concienciar a la opinión pública y a las autoridades sobre la magnitud de este problema y la necesidad de adoptar medidas para su prevención y el apoyo a las familias en este trance.