El paso de los años afecta a nuestros pies que durante toda nuestra vida se han visto sometido a presiones y maltrato a causa de calzado inadecuado y más causas, como actividades lúdicas, práctica de ciertos deportes o peso excesivo para nuestros pies. Los pies son una ingeniería perfecta que no deja de sorprenderme como 28 huesos, junto a sus correspondientes músculos y ligamentos, mantienen en posición bípeda toda nuestro cuerpo. Realmente somos una obra arte de la naturaleza que muchas veces no cuidamos como se merece.

 

Los problemas en los pies de las persona mayores pueden provocar alteraciones de la marcha o postura. Piensen que cualquier cambio que se produzca en el apoyo por la causa que sea, ya sea por una simple molestia o rozadura en el pie, va a provocar la alteración de toda la postura de abajo a arriba, y por tanto existirá un cambio en los vectores de fuerza, principalmente en el CG(centro de gravedad)Por esta razón es conveniente que siempre que sienta cualquier alteración se revise por un profesional y ponga solución con tal de evitar consecuencias mayores.

 

En las persona mayores los déficits circulatorios, el desgaste osteoarticular(artrosis) y los propios déficits psicomotores que acompañan al envejecimiento del cuerpo se traducen en alteraciones estructurales y dérmica dando lugar a las famosas callosidades conocidas vulgarmente como callos u “ojos de pollo”. Otra alteración muy frecuente a edad avanzada es la desaparición de lo que se conoce como almohadilla plantar, en la zona anterior de apoyo con la aparición de dolor en esa zona, metatarsalgia, y las consecuentes alteraciones dérmicas que le acompañan. Algo también muy común es la aparición de los dedos en garra, por el uso y mal apoyo del pie, produciendo la alteración articular en los dedos con sus consecuencias derivadas. También el engrosamiento de las uñas debido a enfermedades sistémicas o problemas circulatorios.

 

Si a todo eso le sumamos que en las personas mayores también es frecuente que se produzca una mala alineación de rodilla y cadera, al final todo se traduce en una disminución de la calidad de vida y reducción de la movilidad. A continuación daré unas pautas básicas de cuidado de los pies. En primer lugar el corte de las uñas siempre debe ser en recto, con tal de evitar que la uñas se claven, sólo en casos excepcionales se cortará la uña en forma redondeada.

 

Mantener una buena higiene de los pies, sobre todo la limpieza entre dedos, con tal de evitar la maceración de los pies y la posible aparición de úlceras. Usar calzado holgado y flexible, que no apriete y roce y se adapte al pie perfectamente. Y el último consejo y más importante es que si usted se nota cualquier alteración en los pies, o de la marcha, acuda a ser valorado por un profesional, con tal de ser tratado y evitar consecuencias mayores. No le reste importancia. Más vale prevenir que curar, dice el refrán.