Asombro es lo que nos ha producido leer una «contestación» por parte de López Barquero a la noticia publicada en la edición digital de este periódico sobre la sentencia absolutoria a un miembro de la CGT por un delito de injurias y calumnias.
Primero asombro y luego indignación. Porque quienes deberían reflexionar sobre el alcance de sus actos siguen, contumaces, insistiendo en un discurso que perjudica a la clase trabajadora y, como ya nos tienen acostumbrados, usan la tergiversación para defender lo indefendible.
Vayamos por partes. Miembros del antiguo comité de empresa de Ferrodisa, pertenecientes a CCOO y ahora sabemos que arropados por esta organización sindical, se querellaron contra un miembro del Comité de empresa recién elegido de CGT por afirmar en una entrevista que «Los trabajadores se dieron cuenta que durante muchos años el Comité estaba comprado». Ojo, no interpusieron una demanda como dice la noticia con la contestación de López Barquero, sino que se querellaron. Es decir, que acudieron a la vía penal con la intención de que quien había osado hacer esas declaraciones fuera condenado por 16 delitos diferentes (2 delitos, uno por injurias y otro por calumnias por cada uno de los 8 miembros de CCOO del antiguo Comité de empresa de Ferrodisa). La sentencia judicial por la que batalló CCOO hubiera supuesto la ruina, cuanto menos económica, del acusado.
Pero no sólo eso. CCOO pretendía mediante su iniciativa querulante limitar peligrosamente el derecho a la acción sindical mediante las libertades de expresión y de información. Es decir, pretendía, al más puro estilo del sindicalismo vertical, castigar a un trabajador por hacer crítica a la pasividad sindical con que CCOO gestionó los asuntos laborales durante años en Ferrodisa.
El acusado y ahora absuelto expresaba en la entrevista lo que es vox populi y jamás podrán acallar los ínclitos agentes sociales. Lo que la sentencia refleja no es que «el comité de Ferrodisa no estaba comprado» como pretende hacer creer López Barquero, sino que hacer una afirmación así es perfectamente legal y que intentar condenar a una persona por ello atenta contra los principios democráticos. Esto es, mal que le pese a CCOO, la fundamentación jurídica de la sentencia.
La CGT invita a quien le interese el tema, a releer la noticia sobre la sentencia absolutoria publicada en la edición digital de El Económico. De este asunto se puede hacer una muy interesante lectura entre líneas… En cuanto a López Barquero, secretario de organización de CCOO Camp de Morvedre, mejor hubiera hecho reflexionando y plegando velas.
En cuanto a su afirmación final de que «los trabajadores conocen muy bien quién ha peleado por sus intereses y por la mejora de sus condiciones económicas y sociale» estamos plenamente de acuerdo. No en vano, la CGT consiguió, entre otras mejoras, la aplicación del plus distancia contemplada en el convenio provincial y el reconocimiento de algunas categorías a varios profesionales que estaban por debajo de la que les correspondía. Barquero, o estás muy mal informado o mientes conscientemente.
Ahora, las conclusiones que se extraen de la actuación de CCOO en todo este asunto son diáfanas: «CCOO ha fracasado en el intento de condenar a un trabajador por afirmar que un comité de empresa estaba comprado» ó «CCOO quiere prohibir que se afirme públicamente que la actuación de un comité de empresa pasivo es propia de un sindicato comprado» ó «Una sentencia le recuerda a CCOO los principios democráticos por intentar condenar penalmente a un trabajador crítico», etc…
Primero asombro y luego indignación. Porque quienes deberían reflexionar sobre el alcance de sus actos siguen, contumaces, insistiendo en un discurso que perjudica a la clase trabajadora y, como ya nos tienen acostumbrados, usan la tergiversación para defender lo indefendible.
Vayamos por partes. Miembros del antiguo comité de empresa de Ferrodisa, pertenecientes a CCOO y ahora sabemos que arropados por esta organización sindical, se querellaron contra un miembro del Comité de empresa recién elegido de CGT por afirmar en una entrevista que «Los trabajadores se dieron cuenta que durante muchos años el Comité estaba comprado». Ojo, no interpusieron una demanda como dice la noticia con la contestación de López Barquero, sino que se querellaron. Es decir, que acudieron a la vía penal con la intención de que quien había osado hacer esas declaraciones fuera condenado por 16 delitos diferentes (2 delitos, uno por injurias y otro por calumnias por cada uno de los 8 miembros de CCOO del antiguo Comité de empresa de Ferrodisa). La sentencia judicial por la que batalló CCOO hubiera supuesto la ruina, cuanto menos económica, del acusado.
Pero no sólo eso. CCOO pretendía mediante su iniciativa querulante limitar peligrosamente el derecho a la acción sindical mediante las libertades de expresión y de información. Es decir, pretendía, al más puro estilo del sindicalismo vertical, castigar a un trabajador por hacer crítica a la pasividad sindical con que CCOO gestionó los asuntos laborales durante años en Ferrodisa.
El acusado y ahora absuelto expresaba en la entrevista lo que es vox populi y jamás podrán acallar los ínclitos agentes sociales. Lo que la sentencia refleja no es que «el comité de Ferrodisa no estaba comprado» como pretende hacer creer López Barquero, sino que hacer una afirmación así es perfectamente legal y que intentar condenar a una persona por ello atenta contra los principios democráticos. Esto es, mal que le pese a CCOO, la fundamentación jurídica de la sentencia.
La CGT invita a quien le interese el tema, a releer la noticia sobre la sentencia absolutoria publicada en la edición digital de El Económico. De este asunto se puede hacer una muy interesante lectura entre líneas… En cuanto a López Barquero, secretario de organización de CCOO Camp de Morvedre, mejor hubiera hecho reflexionando y plegando velas.
En cuanto a su afirmación final de que «los trabajadores conocen muy bien quién ha peleado por sus intereses y por la mejora de sus condiciones económicas y sociale» estamos plenamente de acuerdo. No en vano, la CGT consiguió, entre otras mejoras, la aplicación del plus distancia contemplada en el convenio provincial y el reconocimiento de algunas categorías a varios profesionales que estaban por debajo de la que les correspondía. Barquero, o estás muy mal informado o mientes conscientemente.
Ahora, las conclusiones que se extraen de la actuación de CCOO en todo este asunto son diáfanas: «CCOO ha fracasado en el intento de condenar a un trabajador por afirmar que un comité de empresa estaba comprado» ó «CCOO quiere prohibir que se afirme públicamente que la actuación de un comité de empresa pasivo es propia de un sindicato comprado» ó «Una sentencia le recuerda a CCOO los principios democráticos por intentar condenar penalmente a un trabajador crítico», etc…
José Luis Pallás Soriano, Secretario General de CGT Camp de Morvedre i Alt Palància y Secretariado Permanente CGT Camp de Morvedre i Alt Palància
