La danza en España. ¿Un sueño imposible?

Escrito por Magdalena Fuertes Santamaría
Viernes, 11 Marzo 2022 21:02

Ser bailarín es un trabajo habitual en países como Inglaterra, Alemania o Estados Unidos, por nombrar algún país, allí hay mucha cultura en general. Pero en España es algo difícil o casi imposible, a pesar de todo siempre existen personas inaccesibles al desaliento que nos empeñamos en formar asesorar, informar a todas aquellas personas que quieran dedicarse a la danza como profesión. Sobre todo por eso fundé hace ya muchos años la escuela de danza Aescena.

Mi historia empieza como mucho de mis compañeros, teniendo que salir a estudiar fuera para poder lograr un sueño, bailar. Cuando estábamos fuera teníamos el anhelo de que, al volver a España, cambiaríamos la danza, haríamos grandes cosas para que las nuevas generaciones tuvieran más oportunidades que nosotros en nuestro país, montaríamos compañías, abriríamos la mente de la gente, tendríamos teatros donde actuar, colegios con buenos docentes entregados a la danza, en fin, un sinfín de sueños que se nos derrumbaban a medida que pasaba el tiempo, era como luchar contra el muro de Berlín.

A pesar de todos los obstáculos no me amilané y seguí luchando. Monté un grupo de danza semi profesional, incluí los estudios de Royal Academy con correspondiente evaluación para los alumnos. Salíamos al extranjero para perfeccionar su técnica y empezamos a realizar numerosas representaciones de danza como denominador común.

Estoy especialmente orgullosa de mi labor como docente, ya que he preparado a varios alumnos para complementar su formación en Londres, una de las cuales termina este año. Esta niña salió a los 17 años del Puerto, estudia en el Millenium Performing Arts bajo la dirección de mi gran amigo Ikky Mass. Una formación en esta prestigiosa escuela que ha sido posible gracias a la beca que esta institución le concedió a Cristina Chinchilla por sus aptitudes y preparación ya que esta escuela por su prestigio internacional, la calidad de sus docentes y la alta capacitación con la que prepara sus alumnos, tiene unos costes de matriculación muy altos.

Es una pena que gente con su talento tenga que dejar su tierra para hacer realidad su sueño que no es otro que bailar. Pero, por otra parte, me siento orgullosa de que una porteña vaya a tener una carrera tan prometedora, y de haber aportado mi pequeño granito de arena para que así sea. Estas cosas son las que hacen que siga bailando y preparando a todas aquellas personas que aman la danza a pesar de todos los obstáculos con los que nos encontramos.

Magdalena Fuertes Santamaría
Directora de la escuela de danza Aescena

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