La situación de abandono en la que se encuentra el Barrio de San José en materia de movilidad va más allá de la deficiente conexión para peatones con el puente que cruza el río Palancia, como continuación de la CV-3201 y en dirección a Canet, que denunciaba recientemente el portavoz de IP, Manuel González (ver El Económico de 25/11/2021). Ese punto se ha convertido en pocos años en un «cuello de botella» donde confluyen vehículos motorizados, bicicletas, patinetes y peatones, cada cual a su ritmo y velocidad, y en un habitual «sálvese el que pueda».

Cada vez son más los vehículos y peatones que a diario cruzan por el Barrio en dirección Puerto o dirección Canet, y no sólo en temporada estival, sino todo el año —basta con pasarse por allí en horas punta para comprobarlo—. La conexión peatonal por el lado del Barrio es inexistente, y los ciclistas y patinetes tienen dos opciones: cruzar el puente por la calzada, junto a motos, coches y otros vehículos motorizados, o circular por la pasarela peatonal (como hacen la mayoría, con riesgo evidente para los peatones), teniendo que cruzar al otro lado los que vienen desde el Puerto. ¡El caos está servido!

El puente —oficialmente, un vado— no resuelve adecuadamente y sin riesgo grave para la seguridad vial, el denso tráfico rodado y peatonal que a diario transcurre por él.

Y ese no es el único problema. Los vehículos que cada vez más frecuentemente utilizan la ronda Norte para acceder a Canet o en sentido contrario, al llegar al Barrio de San José tienen problemas para girar a la derecha o a la izquierda, según el sentido de su marcha. La ronda Norte (cuya ejecución costó años de conseguir) está abierta pero el Ayuntamiento sigue sin ponerla en valor adecuadamente, para que cumpla la misión que —suponemos— tenía encomendada, de tal manera que recoja el tráfico que llega al final de la avenida Mediterráneo pero sin generar un nuevo problema a su llegada al Barrio de San José. En primer lugar, se debería señalizar oportunamente y en segundo lugar, se podrían habilitar sendas pequeñas rotondas, en su inicio y su final. Un buen aprovechamiento de esa ronda evitaría el uso que numerosos vehículos hacen del vial ilegal que desde la playa cruza el río por su cauce, con grave peligro para los vehículos en caso de avenidas de agua, y para los peatones en todo momento.

Con el mismo «cuello de botella» se encuentran los peatones y ciclistas que bajan por el camino paralelo al río desde Sagunto en dirección al mar o viceversa; al llegar al barrio de San José tienen que detenerse y esperar a que el denso tráfico les permita cruzar. Estimamos que ese camino podría tener su continuidad por debajo del puente, evitando así la asunción de riesgos innecesariamente.

El Ayuntamiento de Sagunto ha tenido tradicionalmente olvidado el Barrio de San José. Ya es hora de afrontar con valentía los problemas que le afectan, en particular los relativos a la movilidad, de sus vecinos y de cuantos cruzamos con frecuencia el Barrio.

Comisión Río Palancia
Associació Ecologista Agró