Pensamientos automáticos negativos

Escrito por Vicenta Enguix Torres
Lunes, 01 Junio 2020 12:52

Los pensamientos son la forma que tenemos de dialogar con nosotros mismos y de estar constantemente interactuando con el mundo exterior, el significado de cada pensamiento viene determinado por la interpretación que hagamos de los mismos.

Podemos hablar de 2 tipos de pensamientos, los racionales y los irracionales.

Cuando hablamos de pensamientos racionales estamos hablando de pensamientos basados en la lógica, que tienen una representación en la realidad y nos permiten comprobar su veracidad a través de pruebas objetivas. Tienen una función y una utilidad.

Los pensamientos irracionales son otro cantar, ya que son pensamientos que nos limitan en la vida, ya que nos absorben energía y nos hacen interpretar la realidad de forma incorrecta, deformándola y dando un significado que no es el adecuado, lo que conlleva una carga emocional negativa que se traduce en comportamientos que no nos aportan beneficios, sino todo lo contrario.

Los pensamientos automáticos, irracionales y negativos, son esos que aparecen en nuestra mente, sin que podamos hacer nada para evitar su aparición. Son automáticos e involuntarios. A menudo aparecen con forma de imágenes negativas presentando situaciones catastróficas. Por ejemplo, serian pensamientos del tipo "nunca le gustare a nadie", "no voy a encontrar trabajo porque soy un inútil", "Todos se ríen de mi", "no valgo nada", "soy mala persona"…

Son mensajes muy negativos y limitadores, ya que no lo cuestionamos, no lo ponemos en duda, sino que lo creemos y eso hace que nos identifiquemos con el contenido del pensamiento y lo incorporemos a nuestra forma de ser.

La psicología cognitiva, postula que no son las situaciones que vivimos o los acontecimientos que nos ocurren los que nos generan los diferentes estados emocionales, si no el cómo nos tomamos (interpretamos) los acontecimientos". Ante un mismo acontecimiento varias personas pueden experimentarlo de formas totalmente diferentes.

Pongamos como ejemplo el hecho de presentarse a un examen. Ante este evento nos encontramos con estas tres personas que lo han interpretado de forma distinta, y veamos como el resultado es que cada una ha generado un estado emocional diferente. Si el primero piensa "he estudiado bastante y creo que me ha salido estupendamente" probablemente su emoción sea de satisfacción. El segundo por su parte ha pensado "seguro que me he equivocado en las respuestas", lo que puede que provoque una respuesta de ansiedad y miedo ante un posible suspenso. Por último, el tercero tiene pensamientos del tipo "no he estudiado y voy a suspender, no valgo para esto" y la respuesta puede de ser rechazo y de indefensión, que puede propiciar la evitación.

Como hemos visto, la interpretación o significación que le damos a la situación nos hace sentir cosas distintas y comportarnos acorde. La situación es la misma en todos los casos, pero ya vemos como los pensamientos le dan un tono diferente en cada uno de los ejemplos.

Por tanto, el bienestar emocional depende fundamentalmente de que seamos conscientes de los pensamientos automáticos y sus características negativas.

Vicenta Enguix Torres
Psicóloga

 

 

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