La irrupción en la política de Podemos como portavoz del sentir popular de regeneración democrática empieza a ver sus frutos, y lo hace donde más les duele a los intocables, con ingresos en prisión sonados, cambio de gobierno, o procesamientos.

Son muchas las cosas que empiezan a cambiar, y lo celebramos, porque ya está bien de privilegios por estar casado con una infanta, de mantener a un presidente plasmado, o de portavoces locales que son procesados. Como herederos del 15M y del clamor en las calles estamos orgullosos de estas primeras victorias frente a los que se creían que estaban por encima del bien y el mal. No había dicho ningún nombre hasta ahora, pero con esta frase me sale el de Zaplana, que cayó, como otros lo harán víctima de su prepotencia y de su creencia de andar sin pisar el suelo. Aún recuerdo la portada de su libro en el que se anunciaba como “el brazo incorrupto del PP”. Madre mía, si éste era el incorrupto y se le ha pillado metiendo mano en la caja, no sé qué será de otros…

Retomando el hilo, vivimos un tiempo de regeneración, y en parte somos los que lo hemos propiciado con vuestro apoyo. Si la nueva forma de hacer política no hubiera insistido en dignificar a las instituciones y a sus representantes no podríamos haber visto a Urdangarín en la cárcel, a Rajoy perdiendo la moción de censura, o a Crispín como procesado. Parece que la justicia empieza a ser un elemento que causa temor ante los que hasta ahora se reían de ella con sus actos continuados de saqueo y deslealtad. Ya hemos hablado de la corona, del PP, y ahora me gustaría detenerme en el PSOE, y más en concreto en su portavoz municipal. Esta semana nos hemos enterado por la prensa que Crispín ha sido procesado por prevaricación, malversación y falsedad documental. No quiero hacer leña del árbol caído, pero me reitero en el argumento de este escrito. Gracias a Podemos, antes o después, quien la hace la paga, y eso es lo que espera la ciudadanía.

Por desgracia nos encontramos ante la punta del iceberg y queda mucho por hacer y más por luchar y descubrir, de todas formas, la puerta ya se ha abierto, y ahora es cuestión de que la ciudadanía sigamos al pie del cañón contra la corrupción. Hablaba en el titular de la venganza de San Martín, y quizá no se haya entendido que me refería a que a todo animal (político) de determinada especie (corrupta) le llega su San Martín, su particular “matanza” para acabar dando frutos para el bien de todos.

Sergio Moreno Montáñez
Concejal de ADN Morvedre