Moragues debe dimitir por despreciar una bandera que representaba a toda la ciudadanía.

El delegado del Gobierno Juan Carlos Moragues, ha asegurado que colgar banderas republicanas en los Ayuntamientos son una «provocación» y considera que se «comenta la polémica de división y confrontación, abre viejas heridas y fantasmas y es una demostración más del sectarismo con el que gobiernan algunos dirigentes políticos».

El  delegado Moragues «elude» que la bandera Republicana era la bandera oficial y democrática de España en 1936, que representaba a toda la ciudadanía, hasta que un  grupo de generales cuarteleros se alzó en armas contra el gobierno legítimo elegido en las urnas. Franco en su vorágine victoriosa nunca la ilegalizó (carecía de legitimidad para ello), por tanto no es  anticonstitucional, sino preconstitucional por tanto Oficial.

Conmemorar el aniversario de la II República no le quita derechos a nadie, ni  atenta contra nadie que sea demócrata, porque el régimen de Franco ha sido condenado por el parlamento español, (20/11/2002 condenando la utilización de la violencia para establecer regímenes totalitarios). Por la Asamblea Permanente del Consejo de Europa (18/3/2006  por las «múltiples y graves violaciones» de los derechos humanos cometidas en España durante el régimen franquista de 1939 a 1975).  Y por la Asamblea General de la ONU (9/2/1946 «Convencida de que el Gobierno fascista de Franco en España, fue impuesto al pueblo español por la fuerza con la ayuda de las potencias del Eje»… no representa al pueblo español»). Colgar la bandera Republicana como ha hecho nuestro Ayuntamiento es realizar un ejercicio de higiene democrática, que no confronta con nadie y tan solo puede molestar a los que viven anclados en el odio, la violencia y el sectarismo hacia todo lo que huela a libertades.

 
Sin embargo el Delegado permite colgar en los Ayuntamientos pendones morados, crucifijos, imágenes teológicas de la pasión etc. Lo que si supone un agravio a todas aquellas personas que son ateas o no profesan la religión católica. España es un país aconfesional según la Constitución, que permite la libertad religiosa porque es algo que pertenece al ámbito de lo privado. Mientras que lo político pertenece al ámbito de lo público.

Este señor (¿señor?) mezcla churras con merinas y demuestra su carácter antidemocrático por permitir la ostentación pública de algo que debería ser privado y prohibir el reconocimiento de lo público por un problema privado de este personaje. El Delegado Juan Carlos Moragues es indigno de detentar un cargo democrático por primar intereses espúreos y despreciar un sistema político que representa al 85% de la humanidad. El PP debe cesar inmediatamente al Sr Moragues.