Estatuas de piedra

Escrito por Ramón García Ortín
Viernes, 09 Septiembre 2016 15:57

En el pleno del pasado mes de julio, Iniciativa Porteña presentó una moción con el objeto de que se ejecutase el acuerdo plenario tomado ya hace algunos años de erigir una estatua a Ramón de la Sota como promotor de la iniciativa empresarial que posterior e inmediatamente y como consecuencia de ella llevó consigo la creación de una Ciudad Factoría, lo que hoy es nuestro pueblo El Puerto, al final dejó sobre la mesa para mejor y completa consideración.
 
A raíz de la moción Roser Maestro, concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Sagunto, en un artículo publicado en el último número del mes de agosto de este periódico, traslada el mérito de la creación de El Puerto, a todos los trabajadores en los siguientes términos: la fundación del Puerto de Sagunto corresponde a cada uno de los trabajadores y trabajadoras de fábrica, a cada una de las personas que se trasladó desde Castilla, Aragón, Andalucía... y estableció aquí su hogar a la luz de un trabajo, y por supuesto, a todas aquellas que se manifestaron al cierre de los Altos Hornos, luchando aún hoy por la permanencia de la industria. Porque no lo neguemos, el Puerto de Sagunto lo hemos creado trabajando, y ha sido el trabajo el que lo ha llenado de personas cargadas de dignidad. Y son ellas quienes merecen ese reconocimiento, ese homenaje, o tal vez, aunque más cuestionable, esa estatua. Declaración que suscribí y lo sigo haciendo.
 
No estoy de acuerdo en la afirmación que realiza al final del artículo : una premisa económica básica, el empresario no trabaja, sólo almacena la riqueza que generan los trabajadores y trabajadoras. Este concepto define mejor a un especulador que a un empresario, máxime si tenemos en cuenta que algunos de los que se sienten empresarios, y que nos recuerdan a esas personas que les colocan una gorra y les dan un pito y se consideran capitanes generales, sin pararse a pensar que al primer soplo de viento se les va la gorra a hacer puñetas, estos medianos, pequeños o diminutos “empresarios- proletarios” (emprendedores parece que les llaman ahora) trabajan como mulos para tratar de sacar sus negocios adelante y muchos de ellos, la mayoría, se quedan en la cuneta.
 
Si estoy de acuerdo en que ante la situación a nivel nacional y local que obliga a muchos ciudadanos a acudir a los servicios sociales para subsistir, para comer, no es el momento más oportuno para plantearse levantar monumentos ni estatuas.
 
Pero el fondo de la moción, o de la cuestión, independientemente de lo extemporánea o de las formas en que está redactada, no esta situada en la contradicción capital-trabajo, sino que hace referencia a rememorar, a que no caiga en el olvido, un hecho histórico en el que está la génesis de nuestro pueblo, como fue la iniciativa de un empresario vasco, Ramón de la Sota que puso el capital (y su trabajo) y junto a miles e trabajadores, que venidos de todas partes de España, fueron creando lo que hoy es El Puerto. Que De la Sota quería forrarse a costa de las plusvalías sacadas a los obreros, por supuesto, que los trabajadores vinimos aquí porque las condiciones de vida que ofrecía trabajar en la factoría eran mucho mejores que las que teníamos en nuestros lugares de origen, también. Que las condiciones de vida de empresario y trabajadores eran completamente asimétricas, nadie lo pone en duda, mientras Ramón de la Sota a veces venía a El Puerto en un yate que no cabía por la bocana, muchos de los trabajadores vivían en condiciones precarias en corralones. Es dura pero esa es nuestra historia y hay muchos que quieren guardarle un rinconcito en su corazón,y creo que Roser y la mayoría de Izquierda Unida también.
 
Dentro de pocas fechas se celebra el 9 de Octubre, el Día de la Comunidad Valenciana, para conmemorar la entrada de Jaime I en Valencia en 1238, creándose lo que al poco tiempo sería el Reino de Valencia que provocó la huida de buena parte de quienes llevaban mas de 500 años viviendo y trabajando en Valencia y el posterior reparto de las mejores fincas, campos y alquerías entre los conquistadores. Y este acontecimiento es lo que celebramos.
 
Por no hablar del posterior 12 de Octubre, con la llegada de Colón a América y la consiguiente esclavitud y genocidio de los pueblos americanos
 
Si estableciéramos una fecha para conmemorar la creación de El Puerto sería más edificante que la celebración de las dos anteriores.
 
En Izquierda Unida debería plantearse si el no reconocer la realidad física y humana de dos ciudades, tanto por los gobiernos de Franco como por los actuales, proviene precisamente de que nuestro pueblo ha sido creado fundamentalmente por trabajadores asalariados, y mayoritaria y precisamente con un perfil ideológico muy determinado.
 
Así mismo se debería explicar porqué uno de los principios políticos de la izquierda, el acercar los servicios los ciudadanos se sacrifica en aras a mantener una situación jurídica incongruente, de dos ciudades, un solo ayuntamiento. El porqué el BBVA, el Banco Santander, Consum, Mercadona o el Corte Inglés... etc son más sensibles a esta cuestión que los que sitúan los centros educativos, deportivos y otros servicios alejados de la población.
 
Se debería explicar porque se abandona otra de las premisas de la izquierda, el respeto al medio ambiente, y se arrasa con toda la zona verde entre Sagunto y El Puerto para mantener la ficción de que somos todo la misma ciudad.
 
Se debería explicar porqué se aprovechó el boom especulativo del ladrillo para montar el tinglado urbanístico del Fusión, que solo servía para lo que su nombre indica sin ningún tapujo, y ser todo un modelo de lo que es un desarrollo depredador e insostenible. Se deberían dar razones convincentes, si es que alguien las tiene, porque no se entiende nada. No se entiende ese silencio.
 
Ramón García Ortín
Modificado por última vez en Viernes, 09 Septiembre 2016 19:00

 

 

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