Falta poco para que se cumpla un año desde que comenzó la legislatura para los municipios de nuestro país. En esta singular etapa aquellos que tomamos el compromiso de servir a nuestros iguales hemos vivido en el cargo la legislatura estatal más corta de nuestra democracia reciente, digo reciente porque en nuestro país hubo democracia antes del año 78, como tantas otras cosas que al parecer estamos descubriendo por el arte de birlibirloque, padecemos un mal muy frecuente y es que con demasiada frecuencia olvidamos nuestro pasado, reciente y lejano.
Es por este motivo que me gustaría refrescar un par de conceptos desde mi propia inexperiencia y las ganas de ayudar en la medida de lo posible al prójimo. Hace 365 días en un pequeño y humilde salón de plenos de un pequeño y humilde municipio de nuestra pequeña y humilde comarca, eso sí lleno de grandes personas, se pronunciaron grandes palabras, para un gran momento (la fiesta de la democracia lo llaman algunos). Pues bien, en síntesis: “trabajaremos para que dentro de cuatro años estemos mejor que ahora” una frase comprometida de un novato para sus vecinos, con una idea tan básica como hacer la vida un poquito más fácil día a día.
Ingredientes: Espacios de justicia y Participación ciudadana, aquí tenemos nuestro par de conceptos a recordar, con una antigüedad aproximada de 2500 años, (ruego me disculpen los entendidos en la materia si cometo algún error) este es nuestro caldo primigenio, a partir de aquí podemos comenzar a ser ciudadanos, y lograr que nuestras vidas efectivamente mejoren poco a poco. Ahora bien estos ingredientes no son fáciles de obtener, más bien de conservar. De eso hemos de ocuparnos todos, ciudadanos a participar y el resto a generar los espacios justicia.
Necesitamos que cambien todas aquellas actitudes que no tengan como objetivo último el servir a los vecinos, en definitiva a nosotros mismos, necesitamos que cambien todos aquellos que no piensen en participar, que sean ovejas de un rebaño que se dirige donde dice su pastor, necesitamos establecer tantos puentes y vínculos sean necesarios para que ese lugar, llámese ayuntamiento, diputación, ministerio o palacio de turno, sea visto como un espacio de justicia, no un sitio donde solamente se va a reclamar, sino un lugar donde pensar, discutir (entendiendo por discutir: 1. tr. Dicho de dos o más personas: Examinar atenta y particularmente una materia. RAE) o incluso acordar, eso sería el néctar y la ambrosía de nuestra receta.
Exijamos pues dentro de nuestras posibilidades que aquellos que han asumido la responsabilidad de gobernar o aquellos que la quieran asumir este 26 de junio que acuerden si es necesario, que generen espacios de justicia para que los ciudadanos podamos participar. Es nuestro derecho y nuestra obligación.
Por último me gustaría agradecer muy especialmente a todas aquellas personas humildes que en el día a día me ayudan a ir cultivando estos caldos de encuentro, es cierto que no es una tarea fácil ni siquiera es rápida, pero debemos ser constantes y con mucho ánimo y cada vez la ayuda de más y más vecinos lo estamos consiguiendo. Sin duda es una receta fantástica para como dicen en mi casa “fer poble”.
Ernest Buralla Montal
Alcalde de Algímia de Alfara
