La otra cara del wifi

Escrito por Fernando López-Egea López
Viernes, 13 Mayo 2016 13:38

Diariamente convivimos con el teléfono móvil. Diariamente convivimos con wifi en espacios públicos, restaurantes, colegios, casas… pero, ¿nos hemos preguntado las posibles consecuencias para la salud? Es una pregunta que alguna vez nos hemos hecho y que nos preocupa cuando observamos algunas reivindicaciones de AMPAS y profesorado en diferentes colegios públicos del Estado para sustituir el wifi por el cable, o cuando hayamos personas con lipoatrofia semicircular electrohipersensibles a la exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia.
 
Los móviles se comunican emitiendo ondas de radio a través de una red de antenas fijas llamadas “estaciones base” – hay más de 1,4 millones de estaciones base en el mundo-. Ondas de radiofrecuencia con campos electromagnéticos. Pues bien, los móviles que utilizamos disponen de una tasa de absorción, que es un índice para conocer el nivel de radiofrecuencia que absorbe el cuerpo al usar el móvil. En Bélgica es obligado informar sobre la tasa de absorción a los usuarios. La exposición a campos electromagnéticos de radiofrecuencia está generando algunos problemas de salud y algunos movimientos importantes para que el wifi sea sustituido por el cable en colegios públicos. Cuando hablo de lipoatrofia semicircular (perdida de tejido adiposo, depresión de la piel, aparición de ronchas en la piel, dolor de cabeza, cansancio, insomnio…), estoy hablando de un problema de salud que desaparece cuando la personas se aleja de estos campos. Hay un 3 % de la población que padece electrohipersensibilidad.
 
Hoy todo el mundo está expuesto a diversos grados de campos electromagnéticos cuyos niveles seguirán creciendo con los avances de la tecnología, pero especialmente exigentes debemos de ser con la salud infantil, de niños y niñas que están en proceso de desarrollo y con células más sensibles.
 
La resolución 1815/2011 del Consejo de Europa, nos habla de dos principios, el de precaución y el principio Alara, además de una serie de recomendaciones.
 
Esta resolución dice que debe aplicarse el principio de precaución cuando la evaluación científica no determina el riesgo con suficiencia certeza. La resolución 1815 / 2011 del Consejo de Europa, dice que, esperar a tener pruebas científicas y clínicas sólida antes de tomar medidas para prevenir los riesgos conocidos puede provocar unos costes sanitarios y económicos muy elevados, como fue el caso en el pasado con el amianto, la gasolina con plomo y el tabaco. Jorge Riechmann definió este principio de la siguiente manera “sólo deberían comercializarse productos de los que sepamos, con razonable certeza, que no son nocivos”. En frente se encontraría el enfoque productivista del capitalismo global que plantea que puede comercializarse cualquier producto mientras no se demuestre que es nocivo. Es decir es el consumidor según esta teoría quien debería de probar que es nocivo.
 
Otro principio del que habla la resolución del Consejo de Europa es el principio Alara que se refiere a la aplicación del nivel más bajo como sea razonablemente posible, teniendo en cuenta no solo los llamados efectos térmicos, sino también los efectos atérmicos o biológicos, de la emisión o radiación de campo electromagnético.
 
La resolución termina realizando una serie de recomendaciones vinculadas a reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente radiofrecuencias emitidas por teléfonos móviles, pensando sobre todo en niños y jóvenes; aplicar el principio ALARA y de Precaución; Reconsiderar las normas actuales contra la radiación no ionizante, campañas de información y sensibilización, prestar atención a las personas electrosensibles, campañas dirigidas al profesorado...
 
Desde luego aumentar los esfuerzos de investigación es una prioridad, trabajar en el campo de la prevención es otra prioridad. De ahí este artículo, teniendo en cuenta los diferentes movimientos vinculados a las AMPAS que se están produciendo en diferentes puntos de la geografía española.
 
Fernando López-Egea López

 

 

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