Corría el mes de enero del presente año cuando desde UPyD Sagunto pedimos la dimisión del concejal de fiestas, por aquel entonces D. José Luis Martí. Conste que cuando uno realiza este tipo de peticiones no lo hace por inquina, odio o antipatía al sujeto implicado en la demanda, no es el caso. Es más, el señor Martí siempre me ha parecido eso, un señor. Pero lo cortés no quita lo valiente. Y como en el “Un,dos,tres”, aquí hemos venido a jugar.
Pedíamos la dimisión, decía, tras la sanción impuesta por la Consellería de Gobernación referente a la suelta de patos de 2011 y que meses más tarde retiraría la misma Consellería. Entre bomberos no van a pisarse las mangueras. Entendíamos que el concejal autorizó un evento prohibido por la ley de Espectáculos Públicos de la Comunidad Valenciana y por ello debía asumir las consecuencias. Las consecuencias políticas, por supuesto.
Recientemente vemos los quebraderos de cabeza que está teniendo el actual gobierno municipal para que no se realice la suelta de patos. Reuniones con las peñas, con asociaciones animalistas, propuestas alternativas con patos de goma…y todo ello amparándose en ese precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados. La ley de marras, vaya. La ley es dura, pero es la ley, debe estar recitando el señor alcalde por el despacho del ayuntamiento. Dura lex sed lex: picadora Moulinex .A ver cómo nos quitamos esta patata caliente de las manos.
Y en todo este fragor palmípedo no dejo de dar vueltas a lo mismo: si el señor Francesc Fernández sabía del impedimento legal de la cuestión patuna ¿por qué no secundó nuestra propuesta en el mes de enero? ¿Por qué no incluyó expresamente sus aspiraciones en su programa electoral? Precisamente por eso, porque tenía aspiraciones. Aspiraciones electorales. Aspiraciones de gobernar.
Mucha gente nos dice que fuimos valientes al mostrar nuestras cartas durante el período electoral. Siempre les digo que no. No es valentía. Es coherencia, responsabilidad, compromiso, honestidad… todo menos valentía. Es la coherencia de mantener íntegro nuestro discurso, llueva o haga sol, en Sagunto o en la China Popular, la responsabilidad y el compromiso de hacerlo público antes de unas elecciones y la honestidad de hacer lo que decimos. Resumiendo: la voluntad firme de no engañar a nadie.
Busquen otro caso similar. No lo encontrarán. Ni antes ni después. Indaguen, escudriñen en las hemerotecas. Solo hallarán silencio. Incluso los “partidos emergentes” se mantienen al margen. Inactivos como meretriz en Cuaresma. El único posicionamiento que están dispuestos a efectuar esta legislatura es el de sus traseros en los bancos del Salón de Plenos. Ese sí, ese posicionamiento lo verán el último martes de cada mes.
Bernardo Bartolomé de la Plaza
Delegado local de UPyD Sagunto
