Grecia, la Eurozona y el tercer rescate

Escrito por Ximo Estal Lizondo
Viernes, 17 Julio 2015 14:53

Ante el tercer rescate que Grecia ha pedido a la UE, la Eurozona se ha comportado como un banco comercial y ha exigido a Grecia garantías físicas a cambio de ese tercer rescate, es cierto que el acuerdo alcanzado para el inicio del tercer programa de rescate es posible que haya evitado la salida de Grecia del euro, pero  el comportamiento del Eurogrupo, sobre la economía griega resulta inaceptable.

El Grexit hubiera significado empeorar la situación del pueblo griego y puesto de manifiesto la incapacidad, de una de las zonas más ricas del planeta, para solucionar una crisis que tiene ya tintes de tragedia humanitaria. La salida habría dado, asimismo, la razón a aquellos líderes europeos irresponsables, que buscan acabar con el euro y la Unión Europea, o que plantean solucionar el problema griego como si de un banco de inversión (a lo Lehman Brothers) se tratara. Es necesario que  Europa defina un cauce para acabar definitivamente con el sufrimiento del pueblo griego.

La solución debe incluir también que Grecia no puede ser un país permanentemente tutelado por organismos internacionales. Un euro con normas debe ser también una Europa de segundas oportunidades, como las que tuvieron otros países europeos en el pasado. Alemania, por ejemplo, sufrió la asfixia económica del Tratado de Versalles tras la primera Guerra Mundial y disfrutó de la generosidad del Plan Marshall tras la Segunda, aprendiendo de los errores del pasado.

El acuerdo de la Cumbre del Euro alcanzado estos días es, en este punto, muy insatisfactorio pues, aunque reconoce la insostenibilidad de la deuda, la atribuye a la relajación de las políticas de los últimos meses, no considera futuras quitas y sólo habla de extensión de plazos de devolución. Pero, además, los socios europeos han ido más allá, han impuesto a Grecia la transferencia de activos públicos por valor de 50.000 millones de euros, a un fondo independiente que se encargará de supervisar su privatización. La mitad de estos recursos será empleada en la recapitalización de los bancos, un 25% en devolver la deuda y el 25% restante se destinará a inversiones.

Por primera vez la Eurozona se comporta como un banco comercial y exige a uno de sus socios garantías físicas a cambio de su rescate. Esto supone elevar la tutela sobre la economía griega a un nivel excesivo y quiebra la confianza de una manera impropia entre socios. A pesar de todo,  la deuda griega será, antes o después, condonada o transformada en perpetua, no sólo por ser insostenible, como ha reconocido el propio FMI y la propia cumbre del Euro, sino porque la tutela permanente de un país soberano y democrático no puede prolongarse en el tiempo.

Los recursos que, hasta ahora se habían prestado a Grecia debían servir para que su sistema financiero no quebrara y la deuda griega soberana cambiara de manos privadas a públicas.

Sin embargo, los programas de rescate no habían afrontado, hasta ahora, el problema de fondo: la necesidad de recursos adicionales para sacar adelante un programa de desarrollo a largo plazo, que aumentara la capacidad productiva del país.

Seguir ahondando en la devaluación interna sólo ha servido para agravar los problemas en un país con un macro sector exportador. En este punto, el acuerdo alcanzado  incluye un programa de 35.000 millones de euros para impulsar el crecimiento y el empleo en los próximos 3 a 5 años, de los que 1.000 millones serán de pre-financiación, para dar un impulso inmediato a la inversión.

Pero adicionalmente, Grecia necesita preservar y reforzar su ley contra la crisis humanitaria que vive, invirtiendo en ella los posibles superávits presupuestarios, que no deben emplearse, como pretenden las autoridades europeas, para cancelar deuda. Asimismo, hay establecerse algunas líneas rojas en el saneamiento presupuestario, como el complemento a mínimos de las pensiones más bajas, que debe preservarse para evitar más pobreza y exclusión social.

Ximo Estal Lizondo
Secretario General de Enseñanza de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia

 

 

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