“Deseo que sepas quién soy y que me tienes a tu disposición”… es la respuesta diaria que nos vemos obligados a expresar los nuevos cargos públicos, a cada uno de los funcionarios que realizan su labor para nuestra ciudad.

Podríamos hacer guasa del tema, pero no procede, es demasiado serio todo lo que concierne a la actividad municipal.

Nuestro ayuntamiento, a grandes rasgos, es una estructura de 600 trabajadores, que gestiona un presupuesto de 60 millones de euros y del que dependen 65.000 habitantes. El volumen de trabajo y tamaño de nuestra institución municipal debería ser suficiente como para elaborar un protocolo que permitiera a los nuevos cargos públicos, tanto conocer a fondo el funcionamiento de la maquinaria administrativa, como a los trabajadores que la desempeñan a diario.

En este corto espacio de tiempo en el que nuestro partido forma parte de la corporación, nos hemos topado con la absoluta carencia de procedimientos que permitan el conocimiento recíproco entre funcionarios y concejales, hasta tal punto que nos obliga a diseñar semanalmente una especie de “tourné” por todos los departamentos, de forma que las caras que en su día vieron en carteles y prensa se tornen de carne y hueso.

Teniendo en cuenta que casi la mitad de los concejales somos recién llegados, no estaría mal que desde el ayuntamiento se estableciera un protocolo de actuación para el inicio de legislatura, donde además de los cursos de formación sobre transparencia, se realizara un “tour guiado”, departamento por departamento, donde se pusiera en contacto a técnicos con políticos, donde los técnicos conocieran no solo al concejal que le toca, sino también a los que formamos parte de la oposición, y donde –por el bien de todos- se establecieran las pautas de trabajo entre políticos y funcionarios.

Sin embargo, y en contraposición a la falta de previsión en este aspecto de nuestro gobierno, aflora la calidad humana de nuestros trabajadores.

El recibimiento ha sido fantástico, todos y cada uno de los funcionarios se han mostrado, no solo accesibles, sino cercanos, empáticos, dispuestos a poner su granito de arena para mostrarnos los entresijos de nuestro ayuntamiento, y por eso aprovecho este artículo para agradecer a todos ellos su actitud y su inmejorable predisposición a ayudar.

Como dato desalentador, tras charlar hoy mismo con un trabajador del ayuntamiento, me ha comentado que en los 10 años que lleva en el consistorio, apenas ha mantenido conversación con 3 o 4 concejales… sin comentarios.

Algún político de la vieja escuela dirá que esto es una tontería y que lo más fácil es conocerse en el almuerzo en algún bar de Camí Real. Y es que yo no sé qué me pasa, pero cada vez que recibo algún consejo “a la vieja usanza” tiendo a hacer justo lo contrario. A algunos nos gusta desarrollar nuestro trabajo en el despacho, qué le vamos a hacer.

Intentaremos que dentro de cuatro años no les vuelva a suceder a los que se encuentren en la misma situación que nosotros.

Seguimos trabajando para el cambio.

Raúl Castillo Merlos
Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sagunto