Con vistas al próximo curso, la escolarización en El Puerto se presenta con sus problemas seculares, ¿donde ubicar a la población escolar? Sobretodo la que acaba la educación primaria en este año. La cuestión tiene varias vertientes.
Por un lado los institutos con mayor capacidad, el IES Camp de Morvedre y el IES Jorge Juan, están situados, como todos sabemos, en las afueras de El Puerto, a medio camino entre nuestro pueblo y Sagunto, con lo cual la mayoría de los escolares deben desplazarse diariamente varios kilómetros para acudir a sus clases. En el caso mas sangrante, los alumnos que realizan la primaria en el Colegio Vilamar, que recoge a niños de la zona noreste de El Puerto, la próxima a la playa, están adscritos al Instituto Camp de Morvedre, con lo que sus desplazamientos diarios son de unos 6 kilómetros de ida y otros tanto de vuelta, por lo cual la utilización de vehículo a motor es prácticamente imprescindible. El próximo curso se prevee que los alumnos del Colegio María Yocasta que escolariza a los alumnos de la zona de las 500 viviendas, también tengan que acudir al mismo IES Camp de Morvedre, por lo que en lugar de disminuir, el problema se va agravando. Los alumnos de Canet que ahora se escolarizan en el IES Camp de Morvedre, según determinadas fuentes, se estudia enviarlos al Instituto de Los Valles.
Estamos atrapados en un diseño de Mapa Escolar sin pies, ni cabeza, sin ningún tipo de lógica, insostenible, fruto de la confluencia entre la obcecación de quienes su deseo de mantener un solo municipio con dos ciudades lo ponen por delante de cualquier otra consideración, y el sistemático ninguneo que se hace a El Puerto desde las instituciones autonómicas. Mapa escolar que es necesario empezar a modificar cuanto antes, a racionalizarlo y eso pasa en primer lugar por la construcción del Instituto nº 5 en la zona de la cooperativa de las 500 viviendas, cuya estructura podría estar acabada en menos de un año, siempre que hubiera voluntad de hacerlo. Y paulatinamente reestructurar los centros alejados de El Puerto para otras enseñanzas o usos que no contemplaran el desplazamiento diario de escolares a ellos, al tiempo que se acometen otras infraestructuras educativas en el contorno de el pueblo.
Ya se sea partidario de que El Puerto sea un municipio independiente, con su propio Ayuntamiento, como si se es partidario de que siga formando parte del municipio de Sagunto, hay que acabar con la utilización de los escolares como medio para simular la unidad de las dos ciudades, el tiempo y el bienestar de ellos también tiene valor.
Sin embargo la Conselleria de Educación y el PP van a lo suyo, hacer de la enseñanza un negocio más para forrase, y eso pasa por hundir la educación pública, esta cuanto peor mejor, por ello se niegan a construir el 5º Instituto, su intención camina progresivamente hacia la privatización. En este sentido, a propuesta del equipo de gobierno del PP, el pasado día 24 de noviembre se debatió en el pleno municipal, la recalificación de terrenos adyacentes a dos centros de enseñanza privados, pero concertados, es decir subvencionados con dinero público, como paso previo a su ampliación. Uno de ellos, el colegio San Vicente Ferrer, en manos de la orden religiosa Congregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata, y el otro, el Colegio Adventista, propiedad de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Ambos están situados en Sagunto al otro lado de la autopista A-7. Su objetivo es derivar a estos centros alumnos que en la actualidad acuden a la escuela pública.
De llevarse a cabo esta ampliación propuesta por el PP, a instancias de las congregaciones religiosas, es posible que la construcción del imprescindible IES nº 5 no se lleve a cabo, por lo que nos encontraríamos con el enquistamiento de una situación penosa de la enseñanza pública, sobre todo en secundaria, en El Puerto.
Hay que aumentar la presión sobre la Conselleria de Educación para conseguir la materialización de las infraestructuras escolares en nuestro pueblo y evitar que la enseñanza privada, de las ordenes religiosas o no, gane terreno con dinero público, con nuestro dinero, en detrimento de la enseñanza pública.
Ramón García Ortín
