Que las contrataciones en muchas empresas que se realizan a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETT) no respeten los requisitos que establece la Ley, no es nada nuevo. Desde las CCOO siempre se ha luchado contra esta realidad, más en estos momentos, pues la dura y larga crisis por la que atravesamos hacen de estas empresas un negocio redondo para patrones y empresas, colisionando frontalmente con los derechos laborales de los trabajadores cedidos.
Según la definición que la legislación recoge, una ETT es «aquella que en su actividad consiste en poner a disposición de otra empresa usuaria, con carácter temporal, trabajadores por ella contratada», por lo cual no se puede entender por carácter temporal los contratos que se realizan, por ejemplo, en empleos puramente estivales, las navidades, las campañas agrícolas, etc., ya que se repiten año tras año, convirtiéndose, lo quieran o  no, en trabajos fijos discontinuos.
También dice la Ley que los trabajadores cedidos tendrán derecho a que se les aplique las mismas condiciones que los trabajadores de la empresa usuaria, pero cuando bajamos al taller, al campo, a la gran superficie, nos damos cuenta que estos compañeros contratados por una ETT cobran por debajo del Convenio Colectivo o de los acuerdos de empresa, sus cotizaciones a la Seguridad Social son falseadas, que no existen festivos en ese mundo y que la lacra de las horas extras se convierte en un concepto obligatorio, convirtiéndose en trabajadores de segunda. «Y si no te gusta, pues lo dejas que la calle está llena de paraos» [sic].
En sectores como la recolección de fruta, esta realidad se magnifica más si cabe. El control de los trabajadores cedidos es más complicado, y, por tanto, la precariedad laboral se acentúa en mayor medida. Estos trabajadores son desplazados en ocasiones a cortar naranja a tajos que distan más de 100 kilómetros, sin derecho a cobrar ese desplazamiento. Hemos detectado fallos imperdonables en las cotizaciones y no todos los días trabajados aparecen en sus nóminas. En definitiva, está completamente desreglado el sector con estas prácticas, lo que lleva a que cada ETT abone unos salarios diferentes y no se respeten las condiciones pactadas en convenio colectivo.
Y lo peor de todo esto es que el mero hecho de contratar a través de una ETT ya es en sí, en un porcentaje muy elevado, un fraude. Los trabajadores puestos a disposición por este tipo de empresas inician y acaban la campaña de cítricos, por ejemplo, como cualquier trabajador de la empresa usuaria. No se trata de un periodo punta de campaña, donde pueda haber un exceso de tornillos, de fruta o de raciones de paella que la plantilla de la empresa usuaria no pueda absorber. Incluso llegan a realizar más jornadas de trabajo que algunos trabajadores de la empresa «madre», trabajando incluso los días de descanso de la plantilla «oficial».
En opinión de nuestro sindicato, se está desvirtuando las modalidades en materia de contratación, en pos de vulnerar derechos que vienen reconocidos tanto en el Estatuto de los Trabajadores como en el Convenio Colectivo de aplicación.
Es por todo esto que desde la Unión Intercomarcal de CCOO del Camp de Morvedre y Alto Palancia vamos a iniciar una campaña en profundidad en contra de los abusos realizados en la contratación de trabajadores a través de ciertas  ETT, denunciando todas las irregularidades en cuanto a la retribución, cotización y demás derechos que se tienen reconocidos en convenios y que no se aplican. Como punto de partida, ya para visualizar ante la ciudadanía esta problemática, el próximo 10 de marzo, a las 19:00 horas hemos convocado una MANIFESTACIÓN que recorrerá los pueblos de Benifairó de les Valls y Faura.
Desde aquí se hace un llamamiento a toda la ciudadanía de nuestras comarcas para que asistan y demuestren su rechazo a estos abusos que convierten en precariedad  nuestro mercado laboral.