Desde hace 37 años soy docente y en mi larga experiencia educativa ya he tenido que “asumir” mas o menos 6 leyes sobre educación. Despues de estos 37 años,creo, que siguiendo el ejemplo de algunos paises, entre ellos Finlandia, nº 1 del ranking educativo, necesitamos un autentico debate nacional, un pacto de estado de educación, que permita la reconstrucción del sistema educativo sobre la base de un amplio acuerdo social y cuyo objetivo principal y único de la educación sea el desarrollo humano y la cohesión social. Mujeres y hombres deben poder formarse como personas completas, ciudadanos responsables y trabajadores cualificados.
La sociedad precisa de la escuela, de la escuela plública, para asegurar niveles adecuados de bienestar, libertad, justicia y equidad. No necesita, pues, una ley revanchista e ideologica (LOMCE) sin dialogo ni con la oposición, ni con los sindicatos, ni con el mundo educativo.
La escuela pública es la columna vertebral de la ciudadania y el deber de las administraciones es articular un sistema público de educación igualitario , con una gestión eficaz y eficiente y con unas normas muy claras para el sistema educativo privado o concertado. En Finlandia solo el 3% de la escuela es privada y el 97% es dependiente del sistema público ¿ será por eso sus resultados?.
Sobre la calidad educativa no existe un consenso por lo que no se puede imponer una visión restringida basada en las calificaciones obtenidas en examenes y menos en valoraciones internas o externas basadas en la repetición de conocimientos que , desde mi punto de vista docente, empobrece el sentido del aprendizaje y de la educación y no son un indicador de calidad educativa.
El fracaso escolar, desde mi punto de vista, no es anónimo y tiene nombre, historia y cultura; este no se produce subitamente, es el resultado de un proceso que se puede identificar y sobre todo preveer. El fracaso educativo, viene determinado por el tipo de contenido, un contenido descontextualizado con la realidad del alumno y casi siempre sin sentido, y lo que es peor, un contenido que se enseña y evalua con un proceso de enseñanza y aprendizaje que, en muchos de los casos, no facilita ni promueve que el alumno establezca conexiones y elabore sus propios conocimientos.
Por consiguiente la respuesta al fracaso escolar, en un importante indice, es el abandono. Pero lo peor no es el fracaso escolar y el abandono, sino que la ley acepta este fracaso como inevitable y el gobierno elimina programas de educación compensatoria y atención a la diversidad, abandonando a su suerte a los alumnos más vulnerables, aunque se maquille estas decisiones con “ programas” de “ recuperación” del fracaso y que estan muy lejos del objetivo que debe ser su reducción y eliminación.
Pero lo peor esta por llegar, en esa no lucha contra el freacaso escolar, puesto que el la LOMCE a partir de 3º de la ESO se pretende segregar al alumnado, puesto que en los itinerarios que se proponen a partir de este curso se reducen en dos el tronco común y convierten la primera orientación hacia la formación profesional en una via muerta, repitiendo asi el error de la LOGSE y si esto fuera poco, se añaden mecanismos que amenazan con adelantar la segregación al 2º curso de la ESO. Es importante destacar, que en aquellos paises cuya comprensividad llega a los 16 años obtienen mejores resultados que los que segregan a edades más tempranas. La segregación del alumnado con peores resultados se traduce en una enseñanza de calidad inferior.
La ciudadania, pide a gritos, acceder a conocimientos para así poder desarrollar actitudes acordes con el carácter liberal, democrático y social que se le presupone a nuestro estado de derecho. Es decir, la ciudadania, nos está requiriendo normas y leyes educativas que propicien el respeto a la ley, a las normas de convivencia, a la aceptación de otras opciones y formas de vida admitidas por nuestra constitución y sobre todo, exige un compromiso participativo con la democracia, la cohesion y la solidaridad; para ello debe existir, urgentemente, un consenso sobre ideas y valores compartidos y sobre todo tolerancia activa hacia otros no compartidos. Para ello los gobiernos central y autonómicos no pueden recortar partidas que ellos consideran no esenciales y que si lo son: comedor, transporte escolar, libros de texto, actividades extraescolares o la jornada escolar misma. Es más, las leyes y politicas, del gobierno central, deben respetar el ámbito competencial de las comunidades autonomas, en vez de utilizarse como instrumento de centralización, uniformización y control burocrático.
No quisera acabar este artículo de opinión, sin hablar de dos aspectos que considero importantes para poder alcanzar un ben pacto de estado en educación. Estos dos puntos son la participación y el profesorado,pieza clave en la educación este último.
Sobre la particpación , decir que esta es un derecho de las personas y un principio constitucional. Por lo que debe reforzarse como forma de pertenencia, motivación, concienciación, formación y corresponsabilidad social. Resulta imprescindible potencia la libertad de pensamiento y de expresión del alumnado, así como su autoorganización en la vida del centro. Y lo mismo ocurre con la participación de las familias en el ámbito del desarrollo continuo educativo de los centros. La participación exige poder de decisión que es lo contrario al control autoritario.
Por último indicar que el sistema educativo se fundamenta en la confianza en el docente y su capacidad profesional. Por ello, merece apoyo y reconocimiento en el ejercicio de su función, más en estos momentos de cambio social e incertidumbre, debido a la “crisis”.
El docente tiene un compromiso claro con sus alumnos, su centro y con la educación misma, y sobre todo mantiene una actitud cooperativa con las familias y la comunidad escolar. Es fundamental para ello, pues, mejorar su formación, y no recortarla, y sobre todo mejorar sus formas de selección, su desarrollo profesional y su evaluación.
Ximo Estal
Profesor del IES Eduardo Merello
