Ya han pasado las elecciones, nadie podrá decir que se ha interferido en ellas por los ganadores de las primarias, el desastre ocurrido en nuestro municipio no se puede ni se debe achacar a la coyuntura política del Estado. En nuestro municipio, la tendencia es clara desde varias elecciones atrás, y los responsables políticos de esa caída de influencia política en nuestro municipio, (datos 1991 votos partido 10.074 censo 44.157, 1995 votos partido 8.679. censo 45.323 1.999 votos partido 6.995 censo 49.061, 2003: 7.859, censo 49.318; 2007 votos partido 7.580 censo 50.353; 2011 votos del partido 5.346 censo 49.557. Desde las elecciones del 2007 hemos perdido 2.244 votos y desde 1991hemos perdido 4.728 votos, (habiendo aumentado el censo en 5.400). Han sido y son los mismos, que siempre están, aunque pierdan asambleas , para órganos ejecutivos del partido, o asambleas para candidatos, para el Ayuntamiento. Ellos siempre pierden, dentro y fuera, pero nunca se van; es más, conspiran para echar a los dignos candidatos elegidos por la asamblea del partido. A estas horas, contar las vicisitudes del partido, para confeccionar la lista para el Ayuntamiento de Sagunto, sólo cabe contar algunos matices.
El señor Jorge Alarte quiere designar a un candidato, pero en la asamblea pierde, este hecho tan común, convierte al Sr. Alarte en paladín del insulto, a una serie de compañeros, que votan libremente en la asamblea y no obedecen sus órdenes, los llama traidores y lo hace filtrar a la prensa, por sus portavoces, al candidato elegido libremente en asamblea. Decide no hablar con él y sus portavoces le anuncian que no será el candidato, por lo tanto que dimita, a lo cual evidentemente se niega y evidentemente, lo destituyen.
Durante todo ese tiempo, por parte del candidato, se intenta construir una candidatura, que ilusione al partido y a la sociedad, incluyendo gente de todas la sensibilidades, sin excluir a nadie y siempre sumando y nunca restando, una candidatura que en nuestra ciudad, terminara con la caída libre del partido, (tantos años sin hacer política, ni desde el Gobierno municipal ni desde la oposición), que como han reflejado las urnas, el PP en Sagunto no subía, y segregación, perdía espacio político, nuestro partido era el que tenía que estar fuerte con una candidatura clara, ilusionante, dentro y fuera del partido, y un partido, todo unido alrededor del vencedor de las primarias y de sus bases, para confrontar unas elecciones que eran muy difíciles, pero tenían posibilidades; y en vez de propiciar políticas que sirvan a los ciudadanos, se diseñan estrategias en clave interna sin importar lo más mínimo el Ayuntamiento, ni las personas, a los que tanta falta les hace el diseño de políticas progresistas.
El señor Alarte, en una posición de Cesar y Caudillo, decide pensar en clave post electoral, le da igual perder posiciones y votos, si consigue el seguidismo interno, para que nadie le mueva el sillón. Prefiere perder votos, para colocar a sus amigos, que sin ningún rubor aceptan la obediencia al señor, más que la obediencia a sus ideas y sobre todo a los ciudadanos, a los que los menosprecian ( y estos a su vez les dan la espalda) no los ponen en le foco de su interés sino la obediencia a su señor para que nadie le pueda discutir la poltrona.
Hemos perdido una oportunidad, vendrán más, o los ciudadanos nos convertirán en un partido sin influencia en el Ayuntamiento de Sagunto.
Sólo queda la conclusión, que quienes han cometido tanto despropósito presenten su dimisión.
El señor Jorge Alarte quiere designar a un candidato, pero en la asamblea pierde, este hecho tan común, convierte al Sr. Alarte en paladín del insulto, a una serie de compañeros, que votan libremente en la asamblea y no obedecen sus órdenes, los llama traidores y lo hace filtrar a la prensa, por sus portavoces, al candidato elegido libremente en asamblea. Decide no hablar con él y sus portavoces le anuncian que no será el candidato, por lo tanto que dimita, a lo cual evidentemente se niega y evidentemente, lo destituyen.
Durante todo ese tiempo, por parte del candidato, se intenta construir una candidatura, que ilusione al partido y a la sociedad, incluyendo gente de todas la sensibilidades, sin excluir a nadie y siempre sumando y nunca restando, una candidatura que en nuestra ciudad, terminara con la caída libre del partido, (tantos años sin hacer política, ni desde el Gobierno municipal ni desde la oposición), que como han reflejado las urnas, el PP en Sagunto no subía, y segregación, perdía espacio político, nuestro partido era el que tenía que estar fuerte con una candidatura clara, ilusionante, dentro y fuera del partido, y un partido, todo unido alrededor del vencedor de las primarias y de sus bases, para confrontar unas elecciones que eran muy difíciles, pero tenían posibilidades; y en vez de propiciar políticas que sirvan a los ciudadanos, se diseñan estrategias en clave interna sin importar lo más mínimo el Ayuntamiento, ni las personas, a los que tanta falta les hace el diseño de políticas progresistas.
El señor Alarte, en una posición de Cesar y Caudillo, decide pensar en clave post electoral, le da igual perder posiciones y votos, si consigue el seguidismo interno, para que nadie le mueva el sillón. Prefiere perder votos, para colocar a sus amigos, que sin ningún rubor aceptan la obediencia al señor, más que la obediencia a sus ideas y sobre todo a los ciudadanos, a los que los menosprecian ( y estos a su vez les dan la espalda) no los ponen en le foco de su interés sino la obediencia a su señor para que nadie le pueda discutir la poltrona.
Hemos perdido una oportunidad, vendrán más, o los ciudadanos nos convertirán en un partido sin influencia en el Ayuntamiento de Sagunto.
Sólo queda la conclusión, que quienes han cometido tanto despropósito presenten su dimisión.
Josep Mariá Torres i Martinez