Informan desde la cementera que el Grupo Lafarge ha presentado Aether, un innovador tipo de clínker -principal componente del cemento- desarrollado para promover la «conservación del medio ambiente a través de la reducción de emisiones de CO2». Concebido por la compañía en colaboración con el Instituto de Materiales de Construcción de Polonia (MBM) y el Centro Británico de Investigación de la Construcción (BRE), este proyecto cuenta con la financiación del Programa de la Unión Europea «LIFE+» destinado a apoyar proyectos medioambientales. «Testado tanto en los laboratorios como en hornos industriales, los resultados de cinco años de investigación en el Centro de Investigación Tecnológica del Grupo Lafarge de Lyon, Francia, han demostrado el gran potencial de este nuevo tipo de clínker que el Grupo Lafarge ha bautizado como Aether», afirman desde la empresa y añaden que «la compañía pone así de manifiesto su capacidad para trasladar la investigación al desarrollo de productos reales capaces de proporcionar una alternativa a la tradicional fabricación de cemento. En concreto, Aether ofrece propiedades técnicas muy similares a las del cemento Portland pero con un menor impacto ambiental».
Subrayan que ello ha sido posible gracias a su revolucionaria composición química que actúa en dos frentes:«Reduce la cantidad de piedra caliza necesaria para la fabricación de cemento, sustituyéndola por materias primas alternativas como yeso, arcilla y bauxita. Esto permite reducir un 25% las emisiones de CO2». Y además «Reduce la temperatura del horno necesaria para conseguir la reacción química (1.300 °C), permitiendo reducir en un 15% el consumo de energía»
Innovación
Para el Grupo Lafarge la innovación es una «prioridad estratégica». Señalan desde la empresa que Lafarge ya dedica más del 50% de sus ingresos a la I+D con el objetivo fundamental de ofrecer a sus clientes materiales y soluciones innovadoras acordes a sus necesidades que respondan a los retos del mañana, pero siempre con un menor impacto ambiental.
La compañía apuesta «firmemente por la construcción sostenible que entiende como aquella capaz de reducir la huella medioambiental de un edificio al tiempo que mantiene el confort para sus usuarios», aseguran desde la empresa.
La orientación de Lafarge hacia esta parcela no es restrictiva respecto al impacto medioambiental de los materiales que elabora sino que abarca el ciclo de vida completo de un edificio: «desde la extracción de las materias primas con las que se fabrican los materiales de construcción que lo componen, hasta su demolición y el reciclado de sus escombros, pasando, obviamente, por el periodo de utilidad del mismo», aseguran.
Centro Tecnológico de Investigación del Grupo Lafarge, 20 años al servicio de la I+D. Infroman desde la comapañía cementera que 500 personas de veinte nacionalidades diferentes forman parte del equipo de I+D que, desde hace veinte años, trabajan en el Centro Tecnológico de Investigación del Grupo Lafarge (Lyon, Francia).
De éstas, 250 se dedican en exclusiva a la investigación, una parcela a la que la compañía destina hoy por hoy «150 millones de euros, para desarrollar un profundo conocimiento sobre los materiales de construcción y sus límites estéticos y técnicos, con el objetivo de construir un mundo más sostenible».
Añaden desde Lafarge que el trabajo en este campo se lleva a cabo a través dos canales. «Por un lado, la utilización de adiciones, como cenizas volantes o escorias, que le permitan reducir la cantidad de materia prima natural no renovable necesaria para la fabricación de cemento; por otro lado, usa combustibles alternativos, en sustitución de combustibles fósiles no renovables como el carbón, mejorando así la eficiencia energética de la compañía (a través de la optimización de procesos y la modernización y adaptación de sus instalaciones)», concluyen.
Subrayan que ello ha sido posible gracias a su revolucionaria composición química que actúa en dos frentes:«Reduce la cantidad de piedra caliza necesaria para la fabricación de cemento, sustituyéndola por materias primas alternativas como yeso, arcilla y bauxita. Esto permite reducir un 25% las emisiones de CO2». Y además «Reduce la temperatura del horno necesaria para conseguir la reacción química (1.300 °C), permitiendo reducir en un 15% el consumo de energía»
Innovación
Para el Grupo Lafarge la innovación es una «prioridad estratégica». Señalan desde la empresa que Lafarge ya dedica más del 50% de sus ingresos a la I+D con el objetivo fundamental de ofrecer a sus clientes materiales y soluciones innovadoras acordes a sus necesidades que respondan a los retos del mañana, pero siempre con un menor impacto ambiental.
La compañía apuesta «firmemente por la construcción sostenible que entiende como aquella capaz de reducir la huella medioambiental de un edificio al tiempo que mantiene el confort para sus usuarios», aseguran desde la empresa.
La orientación de Lafarge hacia esta parcela no es restrictiva respecto al impacto medioambiental de los materiales que elabora sino que abarca el ciclo de vida completo de un edificio: «desde la extracción de las materias primas con las que se fabrican los materiales de construcción que lo componen, hasta su demolición y el reciclado de sus escombros, pasando, obviamente, por el periodo de utilidad del mismo», aseguran.
Centro Tecnológico de Investigación del Grupo Lafarge, 20 años al servicio de la I+D. Infroman desde la comapañía cementera que 500 personas de veinte nacionalidades diferentes forman parte del equipo de I+D que, desde hace veinte años, trabajan en el Centro Tecnológico de Investigación del Grupo Lafarge (Lyon, Francia).
De éstas, 250 se dedican en exclusiva a la investigación, una parcela a la que la compañía destina hoy por hoy «150 millones de euros, para desarrollar un profundo conocimiento sobre los materiales de construcción y sus límites estéticos y técnicos, con el objetivo de construir un mundo más sostenible».
Añaden desde Lafarge que el trabajo en este campo se lleva a cabo a través dos canales. «Por un lado, la utilización de adiciones, como cenizas volantes o escorias, que le permitan reducir la cantidad de materia prima natural no renovable necesaria para la fabricación de cemento; por otro lado, usa combustibles alternativos, en sustitución de combustibles fósiles no renovables como el carbón, mejorando así la eficiencia energética de la compañía (a través de la optimización de procesos y la modernización y adaptación de sus instalaciones)», concluyen.
