Un momento de la concentración de esta mañana
Inicialmente, estaba previsto que la representación social y la dirección de la empresa se reunieran esta mañana, sin embargo, el encuentro ha sido aplazado, en principio, al miércoles de de la semana próxima, según han confirmado fuentes del comité de empresa. Por tanto, las movilizaciones que a lo largo de esta semana han venido desarrollando los empleados de esta empresa quedan momentáneamente interrumpidas. Será después de la reunión con la dirección de la compañía, en la asamblea que se celebre para informar a la plantilla de la situación de las negociaciones, cuando se decida si se retoman las concentraciones o se suspenden, han señalado las mismas fuentes.
Cambios con la reforma laboral
Como ya adelantó ayer esta edición digital, los representantes de los trabajadores no están de acuerdo con el expediente presentado por la empresa puesto que «el plan de acompañamiento social no trae consigo ningún complemento que compense la situación de desempleo de las personas afectadas», algo que sucede como consecuencia de la aplicación de la reforma laboral aprobada por el Partido Popular, ya que esta reivindicación sí se contemplaba en el ERE que realizó esta industria en el año 2009, compensándose la diferencia del salario, para afectar de la menor manera posible a los obreros implicados en el ERE.
«No entendemos porqué, si los resultados económicos de 2009 y 2011 son similares, ahora no es posible ayudar económicamente a las 41 familias que se van a ver afectadas por este ERE y que van a estar en situación de desempleo», apuntaban desde el comité de empresa de AGC. Sin embargo, lo único que ha cambiado ha sido la legislación laboral, mucho más permisiva en materia de tramitación de los expedientes de Regulación de Empleo, después de entrar en vigor la reforma laboral aprobada por el Partido Popular. Esta actitud de la empresa es, precisamente, la razón por la que la asamblea de trabajadores decidió por unanimidad realizar las concentraciones que hoy han concluido, como una forma demostrar su indignación por el expediente presentado.
