Comisiones Obreras informa en nota de prensa, que en octubre, el Índice de Precios al Consumo tuvo un incremento porcentual de ocho décimas sobre el mes de septiembre y la tasa interanual se sitúa en el 3%. La inflación subyacente (que excluye carburantes y alimentos frescos) se mantiene como el mes anterior, lo que refleja que la subida de precios se debe fundamentalmente al incremento de precios de los productos energéticos.
En el contexto del mercado de trabajo actual y con las negativas perspectivas del mismo, los incrementos de precios en carburantes y en los precios de suministros públicos, según CC.OO. «implican una clara pérdida de capacidad adquisitiva de las rentas salariales. Estos incrementos ejercen una presión sobre el nivel de vida de los trabajadores, a quienes por otra parte se exige que asuman otros fuertes recortes en sus derechos y en su nivel de vida».
El incremento mensual es atribuible casi totalmente al incremento de precios de vestido y calzado, y evidentemente tiene un carácter estacional, señala el sindicato y añaden que el resto de grupos de bienes y servicios apenas experimenta variaciones de precios. «El dato acumulado de inflación entre enero y octubre es de un 1,8%, que se debe en su mayor parte al incremento de precios del transporte y de los suministros a la vivienda, debido al incremento de los precios públicos», afirman los sindicalistas.
En este sentido, CC.OO. está impulsando un Pacto por el Empleo y la Cohesión Social que «incluye un control efectivo de los precios, y particularmente en los de bienes y servicios básicos como energía, transportes, alimentos y vivienda». Este Pacto —añaden— incluye medidas como el «control de los precios de los alimentos, con el fin de que no se produzca un incremento injustificado de los precios en la cadena de intermediación». También el de los precios de los bienes energéticos, «ya que si bien no es posible influir en los precios en origen, sí es posible hacer que las bajadas de precios se trasladen a los precios finales y mejorar la eficiencia en su cálculo, lo que necesariamente implica reducir los beneficios excesivos de un pequeño número de empresas en detrimento de los ciudadanos» concluyen desde CC.OO.
En el contexto del mercado de trabajo actual y con las negativas perspectivas del mismo, los incrementos de precios en carburantes y en los precios de suministros públicos, según CC.OO. «implican una clara pérdida de capacidad adquisitiva de las rentas salariales. Estos incrementos ejercen una presión sobre el nivel de vida de los trabajadores, a quienes por otra parte se exige que asuman otros fuertes recortes en sus derechos y en su nivel de vida».
El incremento mensual es atribuible casi totalmente al incremento de precios de vestido y calzado, y evidentemente tiene un carácter estacional, señala el sindicato y añaden que el resto de grupos de bienes y servicios apenas experimenta variaciones de precios. «El dato acumulado de inflación entre enero y octubre es de un 1,8%, que se debe en su mayor parte al incremento de precios del transporte y de los suministros a la vivienda, debido al incremento de los precios públicos», afirman los sindicalistas.
En este sentido, CC.OO. está impulsando un Pacto por el Empleo y la Cohesión Social que «incluye un control efectivo de los precios, y particularmente en los de bienes y servicios básicos como energía, transportes, alimentos y vivienda». Este Pacto —añaden— incluye medidas como el «control de los precios de los alimentos, con el fin de que no se produzca un incremento injustificado de los precios en la cadena de intermediación». También el de los precios de los bienes energéticos, «ya que si bien no es posible influir en los precios en origen, sí es posible hacer que las bajadas de precios se trasladen a los precios finales y mejorar la eficiencia en su cálculo, lo que necesariamente implica reducir los beneficios excesivos de un pequeño número de empresas en detrimento de los ciudadanos» concluyen desde CC.OO.
