Hace semanas que el Saguntino ha dado muestras de haber cogido el tono a la tercera división, pero el golpe definitivo para demostrar que los rojillos son un equipo de categoría nacional lo dio el pasado sábado en la ciudad deportiva de Villareal, donde superó al tercer equipo amarillo y a un arbitraje calamitoso para hacerse con los 3 puntos.
Ante un rival con 3 internacionales, que también arrastraba alguna baja, los visitantes salieron dispuestos a cerrar los espacios y cortar las líneas de pase, con la intención de robar el balón y salir rápido a la contra.
El guión funcionó perfectamente hasta el punto de que una acción de Pablo Agudo le sirvió un balón en la frontal del área a Fran, que de un espectacular lanzamiento inauguró el marcador al cuarto de hora.
A partir de ese gol, el encuentro se volvió más duro con un árbitro contemplativo que dio las primeras muestras de su intención de ser uno de los protagonistas del choque.
Superada esta fase y antes del descanso, el Villareal C aprovechó algún error rojillo para crear peligro, aunque Toni Gómez estuvo acertado para desbaratarlo.
En la segunda parte y en una acción muy extraña en la que el colegiado volvió a perjudicar a los visitantes, los castellonenses empataron aprovechando que Cristian estaba tendido cerca de la línea de fondo tras sufrir una patada sin balón.
Los hombres de Dani Ponz se recuperaron rápido de este golpe y Gaby transformó 5 minutos después un claro penalti sobre Pifarré, que devolvía la justicia al marcador.
A partir de ahí, los hombres de José Molina lo intentaron sin éxito, más allá de algún centro lateral, ya que los saguntinistas supieron administrar su ventaja para mantenerla sin apenas sufrir.
Ante un rival con 3 internacionales, que también arrastraba alguna baja, los visitantes salieron dispuestos a cerrar los espacios y cortar las líneas de pase, con la intención de robar el balón y salir rápido a la contra.
El guión funcionó perfectamente hasta el punto de que una acción de Pablo Agudo le sirvió un balón en la frontal del área a Fran, que de un espectacular lanzamiento inauguró el marcador al cuarto de hora.
A partir de ese gol, el encuentro se volvió más duro con un árbitro contemplativo que dio las primeras muestras de su intención de ser uno de los protagonistas del choque.
Superada esta fase y antes del descanso, el Villareal C aprovechó algún error rojillo para crear peligro, aunque Toni Gómez estuvo acertado para desbaratarlo.
En la segunda parte y en una acción muy extraña en la que el colegiado volvió a perjudicar a los visitantes, los castellonenses empataron aprovechando que Cristian estaba tendido cerca de la línea de fondo tras sufrir una patada sin balón.
Los hombres de Dani Ponz se recuperaron rápido de este golpe y Gaby transformó 5 minutos después un claro penalti sobre Pifarré, que devolvía la justicia al marcador.
A partir de ahí, los hombres de José Molina lo intentaron sin éxito, más allá de algún centro lateral, ya que los saguntinistas supieron administrar su ventaja para mantenerla sin apenas sufrir.
