Acción del encuentro ante el Burjassot
El Saguntino sigue mostrándose más regular en el juego que en los resultados, que le mantienen en los puestos de descenso tras la undécima jornada de tercera división. En una categoría que suele ofrecer en sus partidos la mayoría de ocasiones a balón parado, los rojillos crean peligro con relativa facilidad, a excepción de alguna laguna, pero les falta acierto y un poco de suerte para convertir ese buen hacer ofensivo en goles.
Ante el Burjassot (0-0), los locales fueron superiores en la primera mitad. Frente a un rival que sólo podía enlazar alguna triangulación en el centro del campo sin apenas profundidad, los jugadores de Dani Ponz tuvieron opciones claras de adelantarse.
Un cabezazo de Pablo Agudo a la salida de una falta que un defensa sacó sobre la línea en el minuto 22 fue la mejor ocasión para marcar, pero Gavi también dispuso de varias para conseguirlo.
Sin embargo, el encuentro alcanzó el descanso con tablas y ofreció una versión distinta en la segunda mitad. El ímpetu local se frenó y los visitantes estuvieron más cómodos, aunque seguían sin crear peligro.
Todo pudo cambiar en el 71 en una internada visitante por el costado izquierdo, que Camarasa frenó en una falta que le costó la expulsión. El golpe franco sin consecuencias alivió a los saguntinistas, que no se sintieron con fuerzas para ir a por el partido y se conformaron con un punto que les acerca un poco más a la salvación.
