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El Alser BM Puerto rescató un punto en la visita del Quabit Guadalajara (25-25), un resultado que no se hubiera firmado antes del inicio del choque pero que acabó sabiendo a victoria después de que llegara tras remontar una desventaja de 7 goles en los últimos 14 minutos. Y es que los porteños nunca se dieron por vencidos ni sobre la cancha ni en las gradas.

 

Las pérdidas de balón y los errores en lanzamiento, producto también de la gran actuación de Jorge Oliva en la portería, lastraron a los rojiblancos durante buena parte del choque hasta el punto de que el juego porteño resultaba caótico en algunas fases.

 

Los problemas para combinar con Iker Serrano, el desacierto de Prce hasta el tramo final y el buen partido de un rival que tuvo en su mano la victoria pero la dejó escapar fueron otras claves de un choque en el que los locales siempre fueron a remolque, excepto el 4-3 en el minuto 12.

 

Además de la portería y su defensa 6:0, en los visitantes destacaron la dirección de juego de Sergio de la Salud, la aportación de Rudovic, especialmente en la primera parte, la seguridad de Demovic en un tramo de la segunda mitad cuando el Quabit estuvo cerca de cerrar el partido, y el trabajo en los 6 metros tanto de Epeldegui como de Castellà.

 

Después de un comiezo en el que las intervenciones de Patxi Peg permitieron mantener cierta igualdad en el marcador, el partido empezó a romperse cerca del descanso, cuando una superioridad ganada por los locales por 2-0 impidió irse al vestuario con una brecha superior (10-12).

 

Cuando lo peor parecía haber pasado, el desastroso comienzo de la segunda parte obligó a Dzokic a gastar su tiempo muerte en el minuto 3, cuando su equipo perdía 10-16. El técnico serbio inició en ese momento una serie de cambios defensivos desde el 6:0 al 3:3, que los visitantes no parecían tener muchos problemas en superar, especialmente en este último caso.

 

Hasta 14-21 llegaron a marcharse los alcarreños, pero tres figuras, además de las 1.200 en las gradas, emergieron en ese momento para garantizar, al menos, un final emocionante: Prce, que hizo olvidar su rendimiento errático hasta ese momento, Muiña, quien no se cansó de animar al público y contagiar a la afición con su juego, y Rubén Ruiz, quien tomó las riendas del ataque en ese tramo final.

 

Mientras, David Bruixola seguía mostrándose determinante en la portería, aunque su papel protagonista quedaba reservado para cuando faltaba menos de un minuto y el Guadalajara dispuso de un lanzamiento desde los 7 metros para marcharse de 2 goles y asegurar el triunfo. El portero desvió el lanzamiento de Jorge Fontenla, Prce anotó el empate en el siguiente ataque y los visitantes sólo pudieron lanzar en un golpe franco con el reloj a 0 que se estrelló en la barrera llevando el júbilo a la grada del pabellón polideportivo municipal.

 

Mención especial merece el espectacular ambiente vivido, que ambos entrenadores señalaron a la conclusión del choque como determinante para explicar el resultado final, que mantiene a ambos a mitad de la tabla con 3 puntos. Los porteños viajarán el próximo fin de semana hasta Pamplona para medirse al Amaya Sport San Antonio.