Cristina Mayo y Santiago Brian en rueda de prensa
El BM Parc Sagunt ve cómo el tiempo se agota y se diluye la promesa del alcalde, Alfredo Castelló, para conseguir los 200.000 euros que el polígono industrial venía aportando desde hace un par de temporadas. En un afán por informar sobre la situación del club, su presidenta, Cristina Mayo, reconocía ayer que «el alcalde nos dijo antes del verano que tiráramos hacia adelante, pero estamos a un mes de empezar la liga en plena pretemporada y sin dinero de patrocinadores».
La ex entrenadora es consciente que «las administraciones tienen problemas, pero nosotros no hemos sido imprudentes, ya que comprometimos el dinero cuando Alfredo nos dio luz verde». Cuatro meses después de esa promesa «nos pide que no nos desanimemos y que confiemos en sus gestiones, pero la paciencia se acaba, las alarmas ya están sonando y la preocupación aumenta porque lo que está en juego es toda la estructura del club, desde la base hasta la élite».
En cualquier caso y con cierta esperanza de que las jugadoras tengan éxito en la reunión que tienen concertada con Castelló para el próximo jueves, Mayo no se mostró ayer muy optimista. «El futuro del club está tocado de muerte, ya que cualquier proyecto ganador necesita una estabilidad de 4 o 5 años y nosotras no tenemos ese tiempo», aseguró la presidenta del Parc Sagunt.
Esta circunstancia choca con la necesidad de seguir en la élite para percibir los cerca de 200.000 euros que el Mar Valencia recibe anualmente desde la Generalitat y la Diputación. «Ese dinero es el que ahora está soportando toda la estructura del club, así que no mantener ese nivel sería un desastre», reconoce Mayo.
Lo más grave de esta situación, según explicó la ex entrenadora, es que «las jugadoras y entrenadores puedan perder la paciencia, síntomas que están empezando a aparecer». En este sentido, el club se está planteando cancelar su desplazamiento a Alemania para participar en el torneo de pretemporada de la Sika Cup, ya que «no queremos hacer el ridículo».
En la «peor situación» desde que está al frente del club, Cristina Mayo también lamentó que «tengamos que centrar todos nuestros esfuerzos en sobrevivir al día a día, mientras vemos cómo se escapan mar adentro proyectos tan interesantes como sería la construcción de un centro de rendimiento de balonmano».
El técnico llamado a sustituir a Mayo en el banquillo del Parc Sagunt, Santiago Brian, acompañó a su presidenta durante toda la intervención, antes de reconocer que «el equipo no puede abstraerse de la problemática que influye en la dinámica del grupo, aunque el comportamiento de las jugadoras está siendo muy profesional».
