El próximo miércoles es la última fecha límite para el sueño Asobal del Alser BM Puerto. Ese es el día en el que la Asociación de Clubs Españoles de Balonmano se reúne para planificar la próxima temporada, después de hacer balance de la recientemente acabada.
En ese momento, el presidente rojiblanco, Juanjo Bataller, solo podrá despedirse del resto de mandatarios, antes de tratar de convencer a una quincena de jugadores y a un cuerpo técnico de que se recorran España en división de honor plata sin apenas retribuciones económicas a cambio. «Nos queda una semana», resume el máximo dirigente del club porteño.
Estos planes solo cambiarían si el alcalde de Sagunto, Alfredo Castelló, tiene éxito en alguna de sus gestiones por encontrar apoyos económicos que insuflen nuevos bríos al proyecto del Alser en la élite. En este sentido, Bataller reconoce sobre los contactos municipales que «no tenemos nada. Creo que tampoco hay puertas abiertas, porque parece que nada se concreta». El presidente también asuma su responsabilidad y reconoce que «en la directiva tampoco encontramos nuevos patrocinios».
Los rojiblancos se reunieron hace un par de semanas con el presidente de la corporación local, un encuentro en el que se entregaron las más de 8.000 firmas de apoyo, cuando no les dio motivos para la esperanza ante la barrera que estaba encontrando con motivo de la crisis general.
Nuevo pabellón
Mientras el club reclama 300.000 euros para solidificar su estructura entre la élite del balonmano español, el cementerio del Puerto es testigo de la construcción de una pabellón que fue concebido con el propósito de dar una nueva y flamante casa al Alser para lucir el nombre de la ciudad entre los ilustres visitantes de Asobal. Cerca de 3,4 millones del Plan Confianza están comprometidos en esta obra, que se espera estrenar en 2013 pero será difícil que lo haga con balonmano de primer nivel sobre su pista.
Mientras el club reclama 300.000 euros para solidificar su estructura entre la élite del balonmano español, el cementerio del Puerto es testigo de la construcción de una pabellón que fue concebido con el propósito de dar una nueva y flamante casa al Alser para lucir el nombre de la ciudad entre los ilustres visitantes de Asobal. Cerca de 3,4 millones del Plan Confianza están comprometidos en esta obra, que se espera estrenar en 2013 pero será difícil que lo haga con balonmano de primer nivel sobre su pista.
La bandera que el propio Castelló enarboló como capital española del balonmano parece tener fecha de caducidad para este mismo verano, si algún milagro de última hora no lo remedia.
