Además del aspecto lúdico de esta jornada, que un año más organizó la plataforma Morvedre en Bici, la convocatoria mantuvo su carácter reivindicativo, que se concentró en la lectura de un manifiesto.
En éste, el colectivo empezaba por destacar las «prueba de solidez» a la que están siendo sometidos «los servicios de la sociedad en que vivimos» con motivo de la crisis. «Y no parecen muy fuertes, vista la ligereza con que son eliminados o recortados por los gobiernos elegidos, precisamente, para garantizarlos», según defendieron los ciclistas.
En los años «de derroche» anteriores se dedicó mucho dinero público a autopistas, autovías o costosísimos trenes de alta velocidad, pero «prácticamente nada en viales que facilitasen el paso de peatones y bicicletas o en potenciar los transportes públicos colectivos», denunciaba el manifiesto.
Morvedre en Bici apunta que «la economía de las gentes se corresponde ahora más con una política de movilidad colectiva, ciclista y peatonal, que con la del coche privado, por eso emplazamos al Ayuntamiento a desarrollar un plan que potencie el creciente uso de la bicicleta aprovechando los espacios existentes y señalizándolos adecuadamente».
La conexión del carril bici con los polígonos industriales es otra de las asignaturas pendientes en esta materia, que «como el resto de nuestas peticiones, no se realizan pero nadie discute su validez».
En este manifiesto, el colectivo también demandó la creación del foro de la movilidad municipal, como «órgano de participación ciudadana, contemplado en la Ley de Movilidad de la Comunidad Valenciana, encargado de estudiar y racionalizar la movilidad y cuyo costo económico es nulo».